domingo, 24 de abril de 2011

Mi mamá me ama.


“Es obvio que ella te quiere, que te cuida…si no, no discutiría con vos esos temas.”

Y dentro de mi cabeza algo hizo ¡Click!...



Mamá siempre hace cosas lindas por mí. A veces ni se da cuenta, está tan acostumbrada… Y yo sinceramente, nunca lo había notado… Es decir; sé que mamá hace mucho por mí y mi hermana, como cualquier madre que ama a sus hijos. Es sólo que no lo había visto en detalle, no me había dado cuenta que todo lo que me dice o hace para conmigo tiene una sola razón: No hay UN SOLO gesto hacia mí, que no sea por amor. Incluso se enoja conmigo por amor. Porque me quiere mucho.

Desde aquella charla con Mar, me di cuenta que mamá siempre me está cuidando, queriendo, es algo que lo tiene tan arraigado que le sale por naturaleza. Y es algo tan constante, que ha pasado desapercibido por mí durante mucho tiempo.

Estoy en el comedor escribiendo y puedo ver cómo mamá me mira cada 5 segundos mientras lava las verduras en la cocina. Son las 9.30 pasadas. “¿Estás apagando hijita?” Me dice despacito, porque generalmente detesto que me diga que tengo que apagar la computadora.

Y así con tantas cosas… Cada gesto TAN minúsculo tiene TANTO amor… Ayer casi lloro de la emoción cuando me di cuenta que mamá tenía razón. Que no le somos agradecidas. Es decir, es tan poco lo que hacemos por ella comparado con lo que ella hace por nosotras…

Porque además de trabajar en su propio laburo, en casa hace otro trabajo más, sin contar que paga impuestos, matrículas, mensualidades. Además se sabe nuestros horarios de lunes a lunes; el mío, el de mi hermana y el de ella misma. Agreguemos que también memoriza las fechas de citas con el médico, dentista, trámites, papeles… Cabe agregar que siempre está velando por nuestro futuro, cercano, lejano, de acá a 3000 años. Desde las monedas para el colectivo de toda la semana hasta el dinero ahorrado para la universidad. Ah y casi me olvido; sabe tantas cosas de nosotras, creo que incluso sabe más de mí, ¡Que yo misma! Y se sabe los cumpleaños de mis amigos, sus nombres, creo que hasta tiene un identikit mental de cada uno…

Guau. Mamá es increíble. ¿Y cómo aprendió todo eso? ¿Quién le enseñó? ¿Cuándo?
¿Se dan cuenta? No hay oficio más sacrificado… Hacen todo, hasta lo imposible por nosotros. Y  muchas veces le “pagamos” tan pero TAN mal…

Y todo esto lo hacen porque simplemente… nos aman. Y mucho.


PD: Yo también te quiero mucho, Má. Feliz cumpleaños.  





viernes, 22 de abril de 2011

Patético... Y buéh.

Llega un momento en que la historia triste roza lo patético. De repente me pongo a pensar en cuán grotesca me veía allí, agazapada atrás de la puerta que había cerrado para que no me escuchen. Y si me pongo a pensar, de haberme escuchado, hubiesen preguntado por qué lloraba y allí también me hubiera dado cuenta de que la razón sería tan estúpida como mi cuerpo allí, apoyado miserablemente en un rincón.
Es tan triste que da risa.

Ese límite entre el drama y la comedia… que en realidad la comedia no es comedia. Es un drama del que uno “se ríe para no llorar”.  Y a muchos nos pasan ese tipo de cosas…
Los hechos  acontecidos daban pena, pero en un momento llegaron a ser exageradamente lastimosos, que ahora me parto de la risa. En realidad lo puedo hacer porque me puedo poner en la piel de un espectador de “mi película”. Y es muy gracioso.
Al menos hoy me puedo reír. Porque a fin de cuentas… ¿Qué otra cosa puedo hacer, luego de anotar los errores que no se deben volver a cometer?

Así que anoté:

  •       ¡¡¡PACIENCIA!!!
  •        Priorizar  dinero para comida y viajes.
  •        No vuelvas a ser demasiado sincera con tu primo. (¡luego puede doler!)
  •        Hablar claro: mamá no extenderá sus regaños. (No aseguro que dejen de existir, pero al menos, serán más cortos)
  •        Decidir la ruta, antes de salir. (así evitas caminar al pedo)


Cuando pasé por aquellos momentos, la tristeza lo habitaba todo en mí. Y no está mal… a cada sentimiento, su tiempo. No puedo decir que ahora esté “feliz”, pero tampoco puedo estancarme en preguntarme por qué me pasa todo esto. Supongo que todo, a fin de cuentas, es cuestión de tiempo.

Esperar a que algún día tal cosa…pase. Y no se trata de sentarse a esperar, sino que, habiendo hecho lo que está en nuestras manos, dejar que con el tiempo se vaya resolviendo. Como desenredar un ovillo de hilo; a veces hay que intentar de nuevo luego de algún tiempo. A veces tomamos un desafío y aún no tenemos las herramientas necesarias para enfrentarlo. No podemos pensar que es imposible, simplemente debemos, a través del tiempo, encontrar ese “algo” que nos falta para luego volver al asunto.

Así que… mientras tanto, retrocedo mi película e intento sacar alguna pista más, o simplemente vuelvo a repetir ese momento exacto en que tropiezo. Sí, dolió; pero ahora es muy gracioso.

domingo, 3 de abril de 2011

(dolor)

¿Nunca se sienten solos? Pero no esa soledad absoluta, sino de esa, caprichosa, de esa soledad que uno no siente cuando alguien no está contigo.  Porque todos los demás están, al menos los que realmente importan, menos... justamente ese alguien.
Y es un simple capricho...¿Por qué uno no puede elegir a quién querer? Quizás muy en el fondo elegí.
Porque definitivamente hay algo que me atrae. Hay "algo" que me encanta -uno empieza a encontrarle "la vuelta" cuando lo acepta- y es imposible encontrarlo en otra persona...

Qué se yo... debe ser que soy enamoradiza, sólo que no me gusta confesarlo... La gente es cruel.

Y sí, soy sensible. Muy sensible. Y aunque trato de parecer, dura, fría, me emociona cada pequeña intervención del arte, de la vida...
Me gusta el vuelo de las mariposas, los niños que hablan y ríen con sus ojitos brillantes, la letra de Marcio, la pasión de Sofía, las fotos de la pared, "Ami regresa", mamá cuando juega con el cachorro, el acento francés de Jerome, que el pequeño Sergio se acuerde mi nombre, la gente que canta por la calle, los que me sostienen la mirada, el calorcito de mi cama y pensar en lo mucho, mucho que lo amo...

Pensar que debería haber hecho lo primero que pensé; alejarme. Pero...¡Era mi amigo! Uno de mis mejores amigos...
Pensé que podría arreglar eso. Eran tres y ahora me han quedado dos.
De la amistad al amor hay un camino, cuando lo tomas, ya no hay vuelta atrás.

Qué tonta fui. Es que...Lo quería mucho.
Amo a mis verdaderos amigos. Y sólo tenía tres.
¿Entienden lo trágico?

No me es fácil encontrar gente afín a mí. Mucha gente me ha ido decepcionando a lo largo del tiempo y había encontrado finalmente tres personas que nunca lo habían hecho.

Pensé mal. Pensé que podía confiarle un sentimiento, debía hacerlo, ¿No? Es decir...¡Era mi amigo! Creí que lo entendería, creí...¿Qué creí? Creí que yo le importaba tanto como él a mí.

Porque no fue mi idea complicar las cosas. Yo no elegí. No elegí un día verlo como algo más. Está fuera de mi control.

 ¿Podría haberme evitado la desilusión? 
¿Podría haber sido la caída, más suave? ¿Habrá hecho algo por mí?
¿Por qué no me es sincero? ¿Por qué me duele tanto haberlo perdido?

Ojalá hubiera sido sincero conmigo desde el principio. Ojalá me hubiera comprendido.
No hay vuelta atrás, nunca la hubo...¿¡Qué  me hizo pensar que sí!?
Fue mi último intento de retenerlo conmigo, de que las canciones no se extingan, y todo sea un simple pasado juntos...
Tenía ganas de seguir contando con él... Pero ¿De quién le voy a  hablar, si la última herida que me abrí, fue por él? Sí, no fue su culpa, fui yo la que creyó que era importante para él. Creí, mal. y es mi culpa, lo sé.

Mis amigos son sagrados, perderlos es un crimen. Y la herida aún sangra.
Pero la vida sigue, y continúo el viaje con mis dos compañeros restantes.
Me ponen ambos, vendas, tú no te enteraste.

Y era mentira. Cuando dije "muchísimo más", yo tenía razón.