sábado, 31 de diciembre de 2011

Chau 2011



La gran espera que empezó hace algunos años finalmente llegó a su fin. La euforia me recorre el cuerpo, reprimida por mis ganas de terminar de escribir.
Este año no fue un año especial para mí y no quise que lo fuera. De hecho recuerdo haber deseado que se pasara rápido ¡Y vaya que se cumplió!
Luego de tres extraños años estoy fuera del secundario. ¡Hurra! Mi felicidad se confunde con el fastidio que me produce no poder decir que "voy a extrañar la escuela". Me hubiera gustado que así fuera. Me hubiera gustado poder tener charlas interesantes con buenos amigos y clases magistrales con profesores extraños pero a la vez extraordinarios y encantadores. Pero no fue así. Deseé que los demás fueran como yo quería pero ni siquiera me parezco a la clase de alumna/amiga/persona interesante que me hubiera gustado ser. Todos tenemos la culpa; mis expectativas, mi voluntad, mi indiferencia, mi resignación...
Pero bueno, en realidad es más que todo una cuestión de entorno... Como dijo Kurt Cobain " prefiero ser el peor de los mejores que el mejor de los peores". 

Y como me cansé de ser "la mejor de los peores", porque admitámoslo, nunca fui una buena alumna, lo que pasa es que así como estamos todos, fui la que estaba más cerca de la idea.
En fin, la escuela era algo que me quitaba tiempo, y sin embargo, una etapa obligatoria por la cual debía pasar. Porque no era el hecho de ir a la escuela, sino de ir y no hacer nada. No valía la pena.


No me pone triste haber tenido una secundaria pobre y decepcionante (en los últimos tres años). Al menos los primeros estuvieron llenos de cosas asombrosas. Lo bueno del Sarmiento fue que con la baja exigencia pude hacer otras cosas, como el arte, mi gran amor. El teatro, los verdaderos amigos que conocí a través de diferentes actividades, las experiencias de bloggeros interesantes me permitieron disfrutar y desear con más ansias que este 2011 se fuera. Porque lo mejor empieza ahora. Termina este año y con él mis estudios obligatorios.


Soy libre de estudiar lo que se ocurra. Lo que más me guste; ¡Teatro, allá voy!


Ensayo con el Elenco Sarmiento :)


Sí señores, la mejor etapa de mi vida está comenzando:


· Empiezo este 2012 con un viaje corto pero increíble además voy a ver a mi mejor amigo, mi querido Marcio :)
· Ya estoy capacitada para obtener un excelente empleo :D Gracias Forge, sin duda una de las mejores experiencias de este año. L1 el mejor grupo, claramente ;)
·Seguiremos con comedia musical, creando más y más arte. (¡Las quiero chicas!)

· Empiezo mis estudios artísticos :D (¡~~Iuuujuuu~~~!)

Es decir, tengo tooodo el tiempo para dedicarme a lo que más me gusta; el arte en toda su expresión. ¿Qué más puedo pedir?

Este 2012 es el comienzo de una nueva y mucho mejor etapa. Aquí comienza un camino lleno de lecciones que me va a dar mucho gusto recibir y siento que va a ser como estar de vacaciones de por vida... ¿Acaso hacer lo que a uno le gusta no tiene que ver con eso? ¿Estudiar? Mucho mejor; aprender.





Feliz año nuevo gente.
2012, estoy lista.

viernes, 30 de diciembre de 2011

La voluntad de empezar

Me di cuenta que paso mucho tiempo explorando por la web las genialidades que se hacen por el mundo.  Supongo que no soy la única. De hecho la gran mayoría mundial se pasa la vida "viendo".

Recuerdo que cuando hacía comedia musical, la última clase era libre. No teníamos una consigna especial. Pusieron la música. El que quería podía entrar a escena, no era obligatorio. Pero de todas maneras siempre, en algún momento a uno le daba ganas de entrar. Y era muy satisfactorio poder "ingresar" a eso que estaba pasando. Dejar de ser espectador y formar parte de aquel espectáculo.
A veces también pasa cuando vemos una película, o un suceso increíble, nos preguntamos por qué a nosotros no nos pasa eso o incluso algunos dicen "sólo pasa en las películas". Bueno, menos en las de acción y terror, creo que lo demás es bastante posible. Además convengamos que la ficción se inspira en la realidad.

Creo que esas "cosas maravillosas" que vemos que les pasan a otros no es más que las consecuencias de lo que ellos han hecho. La suerte no existe :)

Siempre he pensado en que uno necesita requisitos para determinadas cosas. Que para mostrarle al mundo algo uno necesita un título, un representante, alguien que le de valor a ese algo. Puras excusas.
Los maravillosos viajes de Aniko, el arte de Banksy, el éxito de los videos del Werever, o Joe Nation, todo eso se lo han buscado ellos mismos. A pesar de lo que los demás pudiesen hacer, ellos hicieron lo que hicieron simplemente porque tenían la voluntad de hacerlo. Nadie les prometió éxito, ni dinero, ni reconocimiento. Creo que eso es inspirador. Y quiero seguir ese impulso de hacer, de actuar.

Lo único que me detiene soy yo misma. Yo y mis inseguridades, mis dudas. ¿No les pasa que tuvieron una idea y nunca la desarrollaron? ¿O que alguien hizo algo que ustedes también habían pensado? 

No quiero ser más una espectadora, las aventuras están en los desafíos que nos proponemos.  Hacer lo que a uno le gusta es lo más placentero del mundo. Y empezar se puede siempre, desde este preciso instante. El estar haciendo eso que uno quiere depende de la voluntad que le pongamos. Podemos hacer cualquier cosa mientras tengamos la voluntad de hacerlo. Creo que el éxito es algo secundario. La intención de crear de hacer es lo que vale. En el hacer aprendemos y el disfrute es de uno.

Creo que eso es lo que me gusta del teatro que siempre estoy del lado espectacular. Sea lo que sea, siempre elijo el escenario.

martes, 6 de diciembre de 2011

L1

Hoy fue nuestro último día de clases en el centro de capacitación Forge.
La tristeza casi inconsciente- más bien natural- del grupo se notaba enseguida. Como si estuviéramos apagados... al menos yo lo sentí así cuando Javier nos lo preguntó.





Forge, increíblemente, ha terminado por ser el lugar donde más cómoda me sentí en este año. Quizás fueron las actividades, los capacitadores, los contenidos de las clases, los chicos, el ambiente, o todo al mismo tiempo.
En Forge aprendí muchas cosas que me van a servir no sólo en el trabajo, sino también como persona. Pero por sobretodo, creo que lo mejor fue haber conocido a mis compañeros de Logística; sin duda el mejor grupo de Forge.
Recuerdo que las primeras clases se trataban de conocernos entre nosotros y aunque me parecía un poco imposible, por mi forma de ser, logré compartir mesa con todos. Esa fue una de las experiencias que me hizo dar cuenta que no me iba a sentir aislada o excluida en el grupo. De todos me llevé gratas sorpresas y luego entendí que no estaba en un lugar común; acá estábamos los que pensábamos en serio acerca del futuro. Estábamos aprovechando la gran oportunidad que muchos rechazaron o no llegaron a alcanzar. 


Aún no logro encontrar eso especial que tiene el grupo, pero se notaba cierto clima diferencial, en el sentido en el que éramos un poco más "serios" que los demás grupos.
Yo creo que la unión que logramos hacer en el grupo es la principal causa de nuestro éxito.  Nos escuchábamos entre todos, así como todos opinábamos en las distintas clases. Respetábamos las reglas y cumplíamos las consignas, por más raras que fueran. Nunca tuvimos problemas entre compañeros ni discusiones alborotadas. Respetamos la opinión de cada uno de nosotros y nos ayudábamos a entender. Supimos también con respeto debatir sobre las dificultades que teníamos y lo que nos incomodaba de las clases.




¡Nosotros y las ganas de aprender! Le pusimos empeño y creamos un grupo super integrado y amigable, sin dejar de lado los trabajos y el esfuerzo. Aprendimos juntos muchas cosas y lo demostramos en nuestras actitudes.
Me encantó haber sido parte de L1. Encontré gente buena onda, variada y auténtica. Me llevo y espero que ustedes también, los mejores recuerdos del curso. Sin lugar a dudas el mejor de Forge este 2011.


¡Felicidades chicos! ¡Los quiero!



viernes, 2 de diciembre de 2011

Eso invisible

Que no sé bien qué es, pero me afecta. Y mucho.


Esta semana fue mi primer semana de vacaciones y no ha sido tan genial como planeaba, o al menos como creí que sería...
Hay algo que no me permite disfrutar de lo que estoy haciendo. Una sombra apaga mi euforia. Es como si me exterminara y toda mi energía desaparece.
Me vuelvo de repente tan vulnerable... Me atacan bandadas de extraños pensamientos, como piedras que me hunden y me hacen sentir desgraciada.
Y entonces te extraño. Y siento que no estás. Que te estoy perdiendo.
Tengo miedo de preguntarte, de decirte algo... no lo sé. A lo mejor es todo una idea extraña mía, como tantas otras que he tenido últimamente. Pero no quiero escribirte sino  vas a contestarme.


A lo mejor simplemente estoy cansada de todo. Me encantaría poder abandonarlo todo y dormir tranquila, sin tener que preocuparme por nada...
Este ha sido un año en el cual no paré. Hice un montón de cosas, muchas obligatorias, que casi no tenía tiempo para dormir. Hubo días en los que lloré porque se me tornó todo insoportable. Pero lo hice. Todo, todo lo hice.
Y creo que es eso. Que ahora quiero dejar de hacer cosas porque sí. Ya le he perdido el gusto a muchas cosas, siento que aunque es arte, se volvió rutinario.
Tengo tantas ganas de aprender... Que estoy sufriendo el no poder hacerlo. Estoy esperando el maldito miércoles para terminar de una vez con todo eso, pero a la vez me resulta tan triste que las cosas hayan salido así...
Quién lo hubiera dicho.

Hoy siento que te necesito tanto... Y sin embargo, estás tan lejos... Sé que vos me darías un buen consejo; el mejor, pero, ¿Dónde estás? o más bien, ¿por qué me está constando hablarte? Tengo un temor invisible, un miedo que no entiendo, no logro descifrar su origen. O quizás temo hacerlo.
Ay, Marcio... Me cuesta todo sin vos.
Creo que necesito eso; tu compañía y, sin embargo, no me atrevo a pedírtela.

Estoy como puedo. Pienso en mi familia para sacar fuerza y sigo. Sigo cumpliendo mis compromisos. Contentando a otros. Sólo un poco más. Un poco más.








sábado, 26 de noviembre de 2011

Terminé Quinto.

El 25 de Noviembre fue mi último día de clases.
No, bueno, en realidad el último día de clases habrá sido por Agosto, pero a lo que voy es que he finalizado mis estudios. El 25 de Noviembre "cerraron" mis notas. Más bien di yo por terminadas mis clases porque no debía ninguna prueba ni nada, tenía las materias aprobadas, pero bueno, no todos los profesores cerraron las notas; la semana siguiente fue la de "piedad"  y algunos más pudieron aprobar la materia con alguna tarea o prueba.

El punto es que terminé quinto. Sí, señores; luego de tan larga espera (tres años) finalmente puedo decir que ya no tendré que ver con esa escuela en relación de alumna. Aunque es inevitable, me gustaría poder borrarme de allí. De todos modos eso no es tan difícil; la escuela no tiene tiempo para los buenos alumnos... Tal vez porque son pocos, quién sabe.

A muchos  de mis compañeros les agarra la nostalgia, la tristeza... al "terminar" este último año.
Pero yo... ¡Estoy super- eufórica~~!

¡Nostalgia, las pel...! Nunca le he tenido demasiado aprecio a esa escuela, sobretodo porque me parecía una pérdida de tiempo: profesores que faltaban, clases que no se podían dictar por las indecencias de muchos alumnos, paros, actos de cualquier índole, clases idénticas en contenido, exámenes postergados, conversaciones mundanas...

Siempre hubo una excusa para no hacer nada. Y lo peor es que sabiendo todo esto, dejé que me arruinaran mi educación. Sí, lo sé; tristísimo. No me lo voy a perdonar hasta que logre cambiar algo, por más pequeño que sea...
Es lamentable. Casi hipócrita diría, pero por esa razón, por ese sentimiento culpable es que no me he quejado. Me parece una caradurez total reclamar cuando uno no cumple con sus deberes. Y, vamos; todo ser pensante sabe que mi rendición escolar no es la gran cosa.   No sé qué pensar de la gente que me considera inteligente porque me iba bien en la escuela...

Pero bueno, poco me importa lo que haya pasado en la escuela; estoy muy ansiosa por lo que viene después: dedicarme a lo que más me gusta.
Y esto es el arte (dibujo, teatro, cine, fotografía, grafitti, libros, diseño, música, obras, festivales, escribir...), viajar, aprender nuevas maneras de expresarme, encontrar mi identidad en conjunto con mi queridísima familia, comenzar proyectos independientes...

Estoy enormemente feliz de todo lo que está por venir. Finalmente voy a dedicarme a tiempo completo a mi aprendizaje, mi crecimiento artístico y humano así como también comenzar mi proyecto de cambiar al mundo. De devolverle todo eso que hasta ahora me ha dado y por lo que me seguirá dando durante el resto de mi vida.

"No dejes el arte por nada ni por nadie" :)






lunes, 7 de noviembre de 2011

Augusto

Quisiera regalarte algo impresionante. Algo mucho mejor que vos.
Pero no encuentro nada que te supere. 
Como un imponente amanecer en la montaña.
La octava maravilla del mundo.
Eres el hijo de un astro.

Yo te pienso así.

Y la emoción me embarga de tan sólo pensarte.
Las lágrimas más dulces han caído por tí...
Porque mi amor es incontenible.
Se escapan miles de sensaciones, recorren toda mi existencia.
Y entonces quiero cambiar el mundo.
Lo quiero hacer perfecto para tí.

Tú lo vales.

Y no hay cosa de más valor para mí,
Que lo que me significas.
Eres la revolución de mi pequeña vida.
Una religión, una guía, una estrella.
Simplemente tú.

Suelo frecuentar la duda, a veces, 
de saber si estarás mañana aquí,
otra vez.
Pero,

¿Podría alguien perder una estrella?
Allí reside mi razón de pensar
que te tendré para siempre
aún si no fuera cierto...

Porque no importa lo que tú hagas
yo te querré siempre.
Y encontraré todas mis mañanas en tus ojos.
Todas mis razones,
mis esperanzas y mis convicciones
residen en tí.

Tú lo abarcas todo.
Como el mar el horizonte.
Algo infinito y magnánimo.
Y a la vez tan humilde...

Eres un niño que nunca dejará de preguntar.
Y un hombre que jamás cesará de pensar.
No estarás nunca "civilizado"
Nadie podrá limitar tu evolución.
¿Has visto algún hombre alcanzar las estrellas?

Mi querido,
seguiré tu luz a donde sea
Porque te necesito.
Tú eres mi fuerza
 Mi inspiración a seguir amando,
aunque mi soledad me invite al miedo,
y mi euforia esconda mi tristeza.

Y cuando me sienta perdida,
sé que estarás ahí para devolverme la calma...

Querido, eres como un sueño.
Y si así fuera,
No me gustaría despertar.




Sé que vas a leer esto. Te adoro y te extraño.
aunque sé que estás siempre presente para mí...



Me gustaría decirle a esto poesía, pero no estoy segura de si merece ser reconocida así...
Esto lo quería escribir hace mucho, aunque en realidad es casi un retazo de muchas cosas que me inspira este amigo mío. Soy muy afortunada de tenerlo, él me ha ayudado en mi desarrollo como persona, sobretodo ha sido un gran apoyo, una gran ayuda, cuando me sentía muy sola. Y mis allegados se han dado cuenta de lo mucho que he crecido y cuando me lo dicen pues, no hay manera de que no piense en mi amigo, porque él me ha llevado hasta aquí.
He comprendido a través de él muchas cosas sobre la amistad, la lealtad y las convicciones en las que uno cree. He aprendido a defender mis propias ideas y enriquecerme de otras, a compartir y crecer.
Deseo que todos puedan encontrar una persona tan increíble como él, que los ayude a superar las dificultades y los inspire a seguir aprendiendo, como él me inspira a mí.

viernes, 21 de octubre de 2011

Octubre

Antes de que termine Octubre... Quiero decir mil palabras juntas. Como un gesto magnánimo, como un aria de ópera...
En realidad quiero compartirles mi amor por Octubre.
Porque aunque tenga mucho que ver con mi cumpleaños, Octubre es un mes de celebración y melancolía, de primavera y otoño, de radiantes soles y celestiales nubes.

Octubre es el comienzo del fin. Allí comenzamos nuestra cuenta regresiva hacia el día número 365.

Me siento muy bien en Octubre. Al haber nacido el primer día, la fiesta la sigo hasta el final. Comparo los octubres,  me mido en ellos; mis metas, deseos, mis esfuerzos, mis ánimos, mis amigos, mis lecciones, mis obstáculos...
Pero este Octubre es diferente.
No me sabe a fiesta como antes. Porque parece un mes corriente. Aunque la haya pasado muy bien, y haya disfrutado de todo... no sé... No hubo nada extraordinario. Quizás terminaron por convertirse todos mis días en especiales y ya no se nota tanto la diferencia.
Otra cosa que me pasó fue que no me di cuenta de que estaba cerca Octubre; es decir, mi cumpleaños. Sin darme cuenta ya estaba a tres días de mi cumpleaños y nada salió cómo lo esperaba...
Sin embargo, el tiempo se detuvo y aún sigue siendo el décimo mes. Es tan extraño... Creo que estoy muy concentrada en el fin de todo este asunto: Quiero terminar la escuela ya. Y aunque me alegro con todo lo que está pasándome, no veo la hora de sacarme el 2011 de encima. Me invade la ansiedad como un hormigueo insoportable y vivo eufórica últimamente...
Pero como decía... Octubre es EL mes para mí y aunque se me ocurren muchos versos pero pocas poesías, un día de estos (odio este tipo de frases falsamente esperanzadoras...) voy a publicar mi suprema oda a Octubre.
Ya verán. Ganas no faltan... tiempo, eso sí.



¡Octubre! Ya se termina Octubre y siento que ha sido como un huracán. Estoy arrojada en el tiempo y espacio, aún no he llegado a tierra firme y además ahora me agregué una tarea importante llamada: "Aprendiendo a hacer las cosas sin mamá"
En realidad el curso lo vengo tomando desde el año pasado digamos, pero esta vez tengo un examen de "Menéjese en un Hospital en el menor tiempo posible"
Y la tarea agregada se titula: "Organiza económicamente tu viaje de vacaciones SOLA. /o con acompañante no familiar (?)"

Jejeje, Octubre es una revolución todo lo anterior al mes mismo.
Una explosión de propuestas. Un divertido disparate.

Au revoir~!

viernes, 30 de septiembre de 2011

Las palabras.

Blog~! Hace mucho que no escribo en el blog. Ni en mi cuaderno, ni siquiera en un pedazo de papel. Odio, la lentitud de mi mano, en particular el hecho de pensar algo y no poder plasmarlo rápidamente. Pero más allá de eso, últimamente no he escrito nada. Apenas en mi mano, pero no han sido más que pequeñas frases. Las demás palabras que cruzaron mi pensamiento, o mis pensamientos mismos han quedado y desaparecido en mi cabeza. siempre tengo la idea de que en algún momento los escribiré y al mismo tiempo sé que no pasará. Pero antes esto me angustiaba y ahora no. No sé por qué, generalmente suelo molestarme al no poder escribir todo aquello que se me ha ocurrido, pero por otro lado, las veces que he tenido la oportunidad me he hallado frente al problema de no saber cómo escribir aquello que se me ha ocurrido.
¿Nunca les ha pasado? Cuando pienso no pienso generalmente en palabras... Me vienen imágenes, o simplemente el concepto. Como si no las necesitase, las palabras brillan por su ausencia. De hecho, aunque escribo muy bien, según me han dicho, no soy alguien que pueda expresarse muy bien con ellas. Hablar; eso es algo complicado para mí. Porque mientras mi pensamiento puede decir algo en un segundo, el comunicar aquello de forma oral, puede emplear al menos 30 segundos o incluso un minuto, porque he aquí otra cosa: El interlocutor.
Muchas veces me he topado con personas a las que me casi imposible transmitirles un pensamiento. Suelen engañarme cuando las veo escuchando, según yo creo, atentamente, para luego responderme un "ah." desanimado y claramente sin interés. No sé cómo hacen, pero logran separar la acción de escuchar con la de comprender lo que están escuchando.
Además como dice  Aldous Huxley:
 " Es difícil mantener conversación con una persona que responde a las palabras personales con expresiones impersonales y a las palabras sentidas con una generalización intelectual."


A veces eso me lleva a la soledad, como si no existiera otra solución... Pero yo sé que debo mejorar en este aspecto. Porque a veces tenemos que aprender cosas innecesarias para poder contactarnos con los otros. una forma de adaptarse, diría. aunque por otro lado, la extraña soy yo, que no teniendo la capacidad oral y una cantidad enorme de palabras (hermosas e inteligentes palabras...) no puede expresar lo que quiere.


...Cosas de la vida.

miércoles, 20 de julio de 2011

¡Feliz día amigos!


Queridísimos y estimados compañeros de  vida;
Esto da como para hacer una oda a la amistad, erigirles un museo y muchos otros honores más. Porque así son mis amigos; personas excelentes, especiales, interesantes. Porque no es lo que me dicen, sino lo que hacen, para conmigo y con el mundo en general. Ustedes no son mis amigos porque están a mi lado todo el tiempo y me preguntan todos los días como estoy. Ustedes son mis amigos porque son ejemplos para mí; me inspiran, me alientan, me ayudan a crecer como persona, como artista… Y – aunque no creo en las coincidencias- casualmente todos estamos en este camino; el maravilloso mundo del arte.

Es para mí un orgullo enorme ser parte de sus vidas, porque para mí son tan increíbles, que me sorprende que me dejen estar allí,  yo… me siento tan poco al lado de ustedes… Son, son, GENIALES! Y no sólo eso, sino que uno nunca termina de conocerlos, son tan ricas sus vidas, sus historias… Ser parte de sus mundos es casi como un honor para mí. Ojo, eh, me quiero, creo que soy una buena persona, pero ustedes… ¡Me superan!

Y eso es tan lindo…

Ustedes son tan importantes que son parte de mi identidad. Soy lo que ustedes me dieron y lo que yo hice con eso; no hubiera llegado a donde estoy sin ustedes. Día a día me imprimen una idea, un nuevo pensamiento a mi vida. En ese compartir de ideas y sensaciones he crecido y me he convertido en lo soy. ¡Y me encanta! Ustedes son parte de mi historia y muchas veces son claves en mis constantes lecciones de vida.
He tomado para mí,  pequeñas cosas de ustedes, imágenes, formas de reír, de escribir, de pensar, de caminar, de ser. Soy lo que me gusta. Soy un poquito de ustedes, de cada uno.

Mi vida no sería igual si no los hubiera conocido. Y no es porque pasamos lindos momentos juntos, como suelen decir, sino porque yo no sería lo que soy, sin ustedes. Sería yo sin zapatos. Yo sin ideas. Eternamente la misma, estancada, sin crecer. Sin reflexiones ni abrazos. Sin euforia.
Porque esa es mi sensación de amistad; Euforia. Pensar en que tengo unos amigazos como ustedes me da fuerza, me hace sentir grande, enorme y muy pero muy feliz. Y esa alegría incontenible, totalmente desbordable me hace querer gritarle al mundo que los mejores amigos los tengo yo y son incomparables.  Tener amigos como ustedes me da una sensación de poder, esa esperanza desesperada de creer que nada es imposible. Que no hay nada que pueda detenerme mientras estén ustedes allí, conmigo, en este camino que hemos elegido.

Feliz día del amigo, queridos :)


Dedicado a: Marcio A. Suchowolski, Erica Lee, Carla E. Maydana, Karen Fernandez, Sofía Videla, Armando Cuba, Antonio De Mare, Gabriel Cuba, Abigail Rojas, Alberto Gonzalez (Biitohh), (Natalia) Michell Cuba, Severo Cuba, Nancy L. Gómez.

domingo, 3 de julio de 2011

Delirio

Estoy loca y si no estuviera loca tendría que ser alguna otra cosa la que explicase, la que enseñase, que demuestre que efectivamente no estoy bien.

Pero ¿Qué es estar bien? ¿Tendría que dejar pasar aquellos fantasmas sin más? ¿Debería simplemente ignorarlos?


Yo sé que estoy insana. Y quiero saber la verdad.
Porque efectivamente debe haber algo descifrable en todo aquello tan misterioso. Que nada es porque si ni porque no.

Entonces busco una respuesta entre lo poco que sé, pero, justamente, poco sé. Pero no es sólo eso, sino que he caído en esa rutina de hacer, hacer ,hacer y cada día se hace más tedioso y de repente todo es molesto e irritante. Entonces todo ese tiempo que no respiré, que no dormí, que no pensé ni medité se convierte en al esencialmente necesario.
Y sugieren descansar. Pero no es muy claro el mensaje, entonces uno simplemente se queda en su casa, pensando en lo de mañana, y me meto a hacer nada, a mirar tele, a hacer cosas que de ningún modo solucionarán nada.

El efecto durará a lo sumo dos semanas. Si en el periodo mencionado no pasa nada extraordinario, la situación se volverá a repetir y volveré a sentirme débil sin fuerzas, sumida en la desesperación aunque en realidad me esté ahogando en un vasito de agua.

Y yo dije que iba a encontrar la solución, aunque de hecho sólo esté excusándome para continuar con la ardua rutina porque cada vez falta menos y vienen las vacaciones y luego podré seguir, podré seguir engañándome una y diez veces más para continuar.

El problema son esas dudas que se me adhieren al cuerpo como agujas, porque ¿Qué pasa si no puedo?¿Qué pasa si estoy equivocada?¿ Y si lo mío no es el teatro?
Preguntas que cuando estoy más calma me parecen estúpidas, pero las muy arpías aparecen cuando más débil estoy. Y luego aparece el miedo. Miedo de no poder seguir, miedo de perderme, de no hallar la salida, miedo de tener frío, de tener hambre, de sentir sueño, de sentir las lágrimas allí, listas a salir. Miedo que alguien se dé cuenta y entonces yo explote.
Miedo de no poder dar un abrazo. 
 Miedo de que se note que no sé lo que estoy haciendo. Miedo de confesar que tengo miedo.

[Inconcluso y engañoso. Ni siquiera terminó como empezó]

martes, 3 de mayo de 2011

Dos puntos "d" mayúscula.


¡Ay señores (Y señoritas…)~! Me siento plena. ¡Y en el mejor de los sentidos! No sé si han experimentado esa sensación de sentarse en el pastito de una plaza y respirar aliviados. O como cuando escuchás esa canción súper-favorita, hablo de ésa que te dan ganas de cerrar los ojos, sonreír y mover la cabeza a ambos lados. Una canción “feliz” diríamos.

En fin, el punto es… Que esa sensación de sentirse bien me viene con tanta significación… No sólo por lo reciente, o lo futuro. Ese “estar bien” viene plagado de miles de pensamientos, de toda mi historia junta, comprimida en un gesto, en un solo sentimiento.

Siempre pensé que llevar todo eso todo el tiempo sería un tanto pesado, o imposible… Pero me estoy llevando muy bien con eso. A cada paso soy yo;  con todo mi pasado, presente y futuro juntos. Con todo lo que aprendí, con todo lo que heredé, con todo lo que aún me falta aprender.  Yo y mi sonrisa de “Adoro mi familia, mis amigos y estoy orgullosa de donde vengo y hacia dónde voy”. Yo y mis ojos que bailan al ritmo de mi música, ojos que sonríen, y enseñan lo simple que es sentirse bien.

Yo y mis ganas de cambiar el mundo.


[Inconcluso]


domingo, 24 de abril de 2011

Mi mamá me ama.


“Es obvio que ella te quiere, que te cuida…si no, no discutiría con vos esos temas.”

Y dentro de mi cabeza algo hizo ¡Click!...



Mamá siempre hace cosas lindas por mí. A veces ni se da cuenta, está tan acostumbrada… Y yo sinceramente, nunca lo había notado… Es decir; sé que mamá hace mucho por mí y mi hermana, como cualquier madre que ama a sus hijos. Es sólo que no lo había visto en detalle, no me había dado cuenta que todo lo que me dice o hace para conmigo tiene una sola razón: No hay UN SOLO gesto hacia mí, que no sea por amor. Incluso se enoja conmigo por amor. Porque me quiere mucho.

Desde aquella charla con Mar, me di cuenta que mamá siempre me está cuidando, queriendo, es algo que lo tiene tan arraigado que le sale por naturaleza. Y es algo tan constante, que ha pasado desapercibido por mí durante mucho tiempo.

Estoy en el comedor escribiendo y puedo ver cómo mamá me mira cada 5 segundos mientras lava las verduras en la cocina. Son las 9.30 pasadas. “¿Estás apagando hijita?” Me dice despacito, porque generalmente detesto que me diga que tengo que apagar la computadora.

Y así con tantas cosas… Cada gesto TAN minúsculo tiene TANTO amor… Ayer casi lloro de la emoción cuando me di cuenta que mamá tenía razón. Que no le somos agradecidas. Es decir, es tan poco lo que hacemos por ella comparado con lo que ella hace por nosotras…

Porque además de trabajar en su propio laburo, en casa hace otro trabajo más, sin contar que paga impuestos, matrículas, mensualidades. Además se sabe nuestros horarios de lunes a lunes; el mío, el de mi hermana y el de ella misma. Agreguemos que también memoriza las fechas de citas con el médico, dentista, trámites, papeles… Cabe agregar que siempre está velando por nuestro futuro, cercano, lejano, de acá a 3000 años. Desde las monedas para el colectivo de toda la semana hasta el dinero ahorrado para la universidad. Ah y casi me olvido; sabe tantas cosas de nosotras, creo que incluso sabe más de mí, ¡Que yo misma! Y se sabe los cumpleaños de mis amigos, sus nombres, creo que hasta tiene un identikit mental de cada uno…

Guau. Mamá es increíble. ¿Y cómo aprendió todo eso? ¿Quién le enseñó? ¿Cuándo?
¿Se dan cuenta? No hay oficio más sacrificado… Hacen todo, hasta lo imposible por nosotros. Y  muchas veces le “pagamos” tan pero TAN mal…

Y todo esto lo hacen porque simplemente… nos aman. Y mucho.


PD: Yo también te quiero mucho, Má. Feliz cumpleaños.  





viernes, 22 de abril de 2011

Patético... Y buéh.

Llega un momento en que la historia triste roza lo patético. De repente me pongo a pensar en cuán grotesca me veía allí, agazapada atrás de la puerta que había cerrado para que no me escuchen. Y si me pongo a pensar, de haberme escuchado, hubiesen preguntado por qué lloraba y allí también me hubiera dado cuenta de que la razón sería tan estúpida como mi cuerpo allí, apoyado miserablemente en un rincón.
Es tan triste que da risa.

Ese límite entre el drama y la comedia… que en realidad la comedia no es comedia. Es un drama del que uno “se ríe para no llorar”.  Y a muchos nos pasan ese tipo de cosas…
Los hechos  acontecidos daban pena, pero en un momento llegaron a ser exageradamente lastimosos, que ahora me parto de la risa. En realidad lo puedo hacer porque me puedo poner en la piel de un espectador de “mi película”. Y es muy gracioso.
Al menos hoy me puedo reír. Porque a fin de cuentas… ¿Qué otra cosa puedo hacer, luego de anotar los errores que no se deben volver a cometer?

Así que anoté:

  •       ¡¡¡PACIENCIA!!!
  •        Priorizar  dinero para comida y viajes.
  •        No vuelvas a ser demasiado sincera con tu primo. (¡luego puede doler!)
  •        Hablar claro: mamá no extenderá sus regaños. (No aseguro que dejen de existir, pero al menos, serán más cortos)
  •        Decidir la ruta, antes de salir. (así evitas caminar al pedo)


Cuando pasé por aquellos momentos, la tristeza lo habitaba todo en mí. Y no está mal… a cada sentimiento, su tiempo. No puedo decir que ahora esté “feliz”, pero tampoco puedo estancarme en preguntarme por qué me pasa todo esto. Supongo que todo, a fin de cuentas, es cuestión de tiempo.

Esperar a que algún día tal cosa…pase. Y no se trata de sentarse a esperar, sino que, habiendo hecho lo que está en nuestras manos, dejar que con el tiempo se vaya resolviendo. Como desenredar un ovillo de hilo; a veces hay que intentar de nuevo luego de algún tiempo. A veces tomamos un desafío y aún no tenemos las herramientas necesarias para enfrentarlo. No podemos pensar que es imposible, simplemente debemos, a través del tiempo, encontrar ese “algo” que nos falta para luego volver al asunto.

Así que… mientras tanto, retrocedo mi película e intento sacar alguna pista más, o simplemente vuelvo a repetir ese momento exacto en que tropiezo. Sí, dolió; pero ahora es muy gracioso.

domingo, 3 de abril de 2011

(dolor)

¿Nunca se sienten solos? Pero no esa soledad absoluta, sino de esa, caprichosa, de esa soledad que uno no siente cuando alguien no está contigo.  Porque todos los demás están, al menos los que realmente importan, menos... justamente ese alguien.
Y es un simple capricho...¿Por qué uno no puede elegir a quién querer? Quizás muy en el fondo elegí.
Porque definitivamente hay algo que me atrae. Hay "algo" que me encanta -uno empieza a encontrarle "la vuelta" cuando lo acepta- y es imposible encontrarlo en otra persona...

Qué se yo... debe ser que soy enamoradiza, sólo que no me gusta confesarlo... La gente es cruel.

Y sí, soy sensible. Muy sensible. Y aunque trato de parecer, dura, fría, me emociona cada pequeña intervención del arte, de la vida...
Me gusta el vuelo de las mariposas, los niños que hablan y ríen con sus ojitos brillantes, la letra de Marcio, la pasión de Sofía, las fotos de la pared, "Ami regresa", mamá cuando juega con el cachorro, el acento francés de Jerome, que el pequeño Sergio se acuerde mi nombre, la gente que canta por la calle, los que me sostienen la mirada, el calorcito de mi cama y pensar en lo mucho, mucho que lo amo...

Pensar que debería haber hecho lo primero que pensé; alejarme. Pero...¡Era mi amigo! Uno de mis mejores amigos...
Pensé que podría arreglar eso. Eran tres y ahora me han quedado dos.
De la amistad al amor hay un camino, cuando lo tomas, ya no hay vuelta atrás.

Qué tonta fui. Es que...Lo quería mucho.
Amo a mis verdaderos amigos. Y sólo tenía tres.
¿Entienden lo trágico?

No me es fácil encontrar gente afín a mí. Mucha gente me ha ido decepcionando a lo largo del tiempo y había encontrado finalmente tres personas que nunca lo habían hecho.

Pensé mal. Pensé que podía confiarle un sentimiento, debía hacerlo, ¿No? Es decir...¡Era mi amigo! Creí que lo entendería, creí...¿Qué creí? Creí que yo le importaba tanto como él a mí.

Porque no fue mi idea complicar las cosas. Yo no elegí. No elegí un día verlo como algo más. Está fuera de mi control.

 ¿Podría haberme evitado la desilusión? 
¿Podría haber sido la caída, más suave? ¿Habrá hecho algo por mí?
¿Por qué no me es sincero? ¿Por qué me duele tanto haberlo perdido?

Ojalá hubiera sido sincero conmigo desde el principio. Ojalá me hubiera comprendido.
No hay vuelta atrás, nunca la hubo...¿¡Qué  me hizo pensar que sí!?
Fue mi último intento de retenerlo conmigo, de que las canciones no se extingan, y todo sea un simple pasado juntos...
Tenía ganas de seguir contando con él... Pero ¿De quién le voy a  hablar, si la última herida que me abrí, fue por él? Sí, no fue su culpa, fui yo la que creyó que era importante para él. Creí, mal. y es mi culpa, lo sé.

Mis amigos son sagrados, perderlos es un crimen. Y la herida aún sangra.
Pero la vida sigue, y continúo el viaje con mis dos compañeros restantes.
Me ponen ambos, vendas, tú no te enteraste.

Y era mentira. Cuando dije "muchísimo más", yo tenía razón.

jueves, 24 de marzo de 2011

Dejar ir

Parece que todo el día estuviera recordando lo que ya viví. Pero no como extrañando... Paso la mano por mis logros, mis momentos con ustedes como si me despidiera. Me recuerdo parada en el aeropuerto y todos mis recuerdos más sentidos, los más polémicos, los más amados, los más ambiguos, todos, todos allí se habían juntado a saludarme, a verme partir.
 Y acá estoy, comenzando esta etapa nueva. Aún no le he encontrado un nombre.
Estoy constantemente desempolvando memorias, abriendo libros viejos y sonriendo ante la nostalgia que baila alegremente en mi habitación. Y muchas de las canciones que escucho me ponen nostálgica... todo se ve como una fotografía de una Polaroid, o simplemente una análoga.

Por un lado es alegre mirar hacia atrás y ver que finalmente aprendí. El esfuerzo valió la pena y lo que no me mató, me hizo más fuerte. Es hermoso verlo así, como el final de mi película.
Pero por otro lado, yo que soy tan coleccionista de cualquier cosa, no me agrada la idea de dejar algunas cosas atrás. Viendo todas esas cosas a las que les tenía tanto aprecio, me dí cuenta que crecí.

¿Tirarlo? Siento que al hacerlo estoy recortando esa parte de mi vida... Temo no poder volver a recordar  por qué me gustaba Harry Potter, las críticas del programa ese, las frases que me gustaban y que ahora tienen más sentido, los chistes de Quino, la nota sobre Street Art en buenos Aires...
Cajas y cajas de papeles, recortes, pósters...

¿Por qué  tanto sentimentalismo? Rescaté las notas sobre graffiti, teatro y las nuevas maravillas del mundo. Las mejores imágenes pronto estarán en La Pared. Lo demás espera su muerte dentro de una bolsa plástica.

Desde hace tiempo estoy pensando en la imagen mental de una mochila en la que debo poner todo lo que necesite para "el viaje". Todo lo que necesite llevar siempre.
Estoy tratando de hacerlo literal, pero se me hace tan difícil... Trato de ser drástica, pero a todo le pongo amor, como si eso les diera vida. Y está bueno por momentos, pero ¿A todo? 

Y pensar que en realidad nada es totalmente imprescindible.
No se puede ir arrastrando todo lo que hemos tenido en la vida. Dejamos cosas para tomar otras, pero siempre habrá alguien que recuerde que alguna vez pasamos por allí. La vida es un paseo...
Creo que lo importante es poder recordar cómo vivimos ese momento y lo que hemos aprendido.
Es extraño, pero a veces olvidamos cuando fuimos felices, no vemos la salida y todo parece salirnos mal.
Es por eso que decidí quedarme con los objetos más inspiradores, para tenerlos siempre en cuenta, para llevarme lo mejor de esa etapa que pasó.
Cargar cada vez con menos cosas. Y cada vez con más experiencias.




domingo, 20 de marzo de 2011

¡Lo logré!

“Te ves más feliz”
Lo he escuchado repetidas veces ¡Y siempre me sonrío! Me gusta que la gente se dé cuenta, que algo ha cambiado.

Si señores; les voy a revelar que ¡He crecido~! Han pasado ya dos años desde que dí mi primer sencillo, pero primordial paso. Dos años desde que me paré en secó en esa autopista y me puse a pensar qué estaba haciendo. Imaginarán que meter el freno tan radicalmente es muy peligroso; obviamente hubo consecuencias a la par. Y era necesario.

Imaginense, yo tenía un supuesto futuro asegurado -al menos mamá ya había fantaseado todo aquello- y de repente… pensé. En realidad no fue de la noche a la mañana. Me sentía incómoda al no encontrar respuestas. Había algo que picaba, como si estuviera en ropa de otros, como si eso no fuese para mí.

“Lo mejor de todo no es lo mejor para todos.”
Bum. Me cayó la ficha. No estaba equivocada; aquel pensamiento pequeñito y avergonzado tomó un poco de coraje. Dejé de esconderme. Pero aún había algo… Tenía que enfrentar MI razonamiento sencillo con la idealización que tenía mi madre (y la gente normal) de mí. Tenía que luchar por mi opinión yo solita. Y me daba miedo.

Cinco materias previas. Así tenía que ser. No era la escuela, ni mis compañeros, ni los profesores, ni las materias, ni los programas. Era yo. Si no decidía yo, el tiempo lo haría por mí. Era hora de ser yo. Despegarse de una idea, para ser otra, una original.  Ser y sin miedo.

Salir del Nacional de Buenos Aires, fue al principio una sensación de alivio. Había creído en ese entonces que era mi entorno lo errado. Porque siempre uno empieza así, culpando a lo demás. Pero mi cabeza seguía bombardeando preguntas. Y no veía a nadie como dueño de alguna respuesta. Las preguntas como canciones tristes, se reproducían una y otra vez dentro de mi cabeza. Mis nuevas amigas no lo entendían, y yo tampoco. No entendía por qué no podía estar así. ¿Qué tenía de malo ser melancólica?

La vida como un garabato que intentaba leer. La frustración de no entender… Y luego…él.

Daniel del Conte.
Sí, definitivamente yo era la culpable. Mi entorno había cambiado pero todo a fin de cuentas seguía igual. De hecho había encontrado menos gente afín a mis gustos.
No sé qué día exactamente sucedió, pero lo recuerdo muy bien. Era la salida del colegio y todos se amontonaban en la entrada, tanto para salir como para charlar. Y entre ese montón de gente una figura grácil caminaba fuera de tiempo, aislado de aquel cúmulo de humanos normales. Él… Había algo innatural en la manera que me atraía aquel sujeto.  Había algo que yo podía ver pero mis ojos no. Incluso veía sus ojos claros (luego descubrí que no lo eran)

¿Qué es el amor? Era lo más parecido a eso. Era una canción que calaba hondo y se sentía bien. Que cuando eras consciente, tenías un hoyo en el pecho, como si uno guardase lugar para ese “aquel”.

La escuela se volvió algo secundario, porque de hecho, no debía preocuparme demasiado; siempre me iba bien. Él era la razón primera. Y no tenía una respuesta para eso, el simplemente verlo me hacía sentir bien. Pero no era sólo verlo. Pude incluso aprender de sus aspectos y corregir mi manía persecutoria. Como si la simple observaciónme hubiera dado un nuevo punto de vista. El otro lado de las cosas. Estaba fascinada por todo lo que se escondía detrás de esos ojos intensos… Claro que profesaba un deseo irreprimible por conocerlo, pero a la vez tenía un profundo temor hacia su persona. Nunca había hablado cara a cara con alguien que me atrajera. Nunca había le había hablado a alguien que me produjera tanta emoción... Nunca le hablé.

Aún tenía ese enredo en la cabeza, aún no había corregido esa manía humana de culpar a los demás. Era él. Era su culpa, en ese momento todos para mí tenían la culpa. Nadie entendía nada, yo era incomprensible. Yo estaba sola. ¿Realmente lo estaba?

Tenía que cambiar. ¿Pero cómo? Esperé por mucho tiempo que una respuesta cayera desde la estratósfera, atravesara la capa de ozono, mi cráneo y pudiera al fin salir de aquel problema. Pero ¿Esperar hasta cuándo?

Por momentos creía que lo estaba haciendo, y luego sin haber intentado nada, lo abandonaba todo. La melancolía me construía un muro que  nadie lograba atravesar. No encontraba el ser humano indicado para explayarle todas esas dudas, esos “problemas”.

Marcio Augusto Suchowolski.
“Vuelve,  él siempre vuelve.”
No lo olvidé nunca mientras no supe nada de él. Desde siempre le tuve aprecio y admiración. ¿Cómo logré ser amiga de la persona que más admiraba? No lo sé, creo que simplemente tenía que ser así. Ya no estaba sola. Y cuando me sentía así, me acogía en sus palabras y pensamientos que eran los que yo también sentía. Sus palabras como abrazos, como un aliento a seguir ese camino que… finalmente elegí.

Sino fuera por él... Hay tantas respuestas que no hubiera encontrado aún... Marcio es como una luz, como una estrella. Siempre está allí, sobretodo cuando el cielo oscurece, es decir, cuando todo se torna más difícil. Le debo tanto...
Dejé de ocultar mis ideas, comencé a abrirme gracias a él. Y ahora no tengo miedo de ser quién soy.

Yo pienso. Yo soy melancólica. Y amo al arte. Y ya no importaba ser como los demás, había descubierto que no sólo no estaba mal, sino que era mucho mejor. Se me inflaba el pecho con orgullo; yo soy una persona triste. Y no estoy sola. Nunca más.

Daniel del conte II
Pero algo aún dolía. Había algo que no había resuelto. Un “problema” que había crecido. Intenté darle otro nombre, como si así fuera a solucionarse. Que era una obsesión, que simplemente me gustaba, que ya se me iba a pasar.
Intenté mutilar ese cariño que tenía por aquel desconocido, pero fue aún peor. No había logrado enfrentar esa sociofobia que tenía, no le había dicho nada ni a él ni a nadie…
No estaba sola, pero muchas veces lo olvidaba, encerrándome tras ese muro de silencios. “¿Por qué?” Preguntaba aunque todavía no buscaba de verdad la respuesta.
Aún no abrazaba por completo la idea del destino. De que las cosas vienen en el momento indicado. La angustia y la ansiedad me desesperaban, me llevaban a dudar de mi fe. Pero esas explicaciones no lograban satisfacerme; el corazón latía porque yo aún creía en algo.

El viaje
Logré separar el cuerpo del alma. Aquella separación me permitió exiliarme, me permitió buscar respuestas en paz. Pero el pecho, seguía doliendo injustamente (porque ahora sé que no era su culpa). La canción era una tortura, pero me traía el dulce recuerdo de aquel que, descubrí, aún seguía amando. Y lo peor es que era hermosa.
Y  mientras me guiaban, me conducían al encuentro conmigo, cuando estaba a solas no dejaba de pensar en él. En que ya no estaba… No lo vería nunca más.
Volví, quizás no bien del todo, pero el tiempo no espera por nadie y yo debía continuar en el mundo. La muerte seguiría siendo un misterio para mí.
Intenté crear el mismo lugar  que había descubierto: me aferré a los libros como vía escapatoria y en sociología descubrí que… realmente era uno de los pocos peces que nadan contra la corriente. Me aferré a esas personas que sí entendían. Aquellas personas con las que sí podía contar en los momentos más difíciles.
Estaba logrando sobrevivir gracias a ellos. Si nunca les agradecí quiero que lo sepan ahora: Gracias Marcio, gracias Kaluu, gracias Louis.

Comedia Musical
El arte. Ésa era la clave. Ésa era la llave que me permitió entrar al mundo subjetivo. Ése que se ve con los ojos cerrados.
Ingresé al grupo de casualidad, y me encontré con algo totalmente opuesto a lo que esperaba. Afortunadamente era mucho mejor de lo que podía haber pensado. De repente encontré en mí, respuestas que no esperaba. Encontré una vida mucho más sencilla, sin ornamentos innecesarios. Sofía y toda una filosofía, una nueva manera de ver el mundo. Llegaban los jueves y era hora de olvidar la mirada ajena. Lográbamos distanciarnos del mundo, lográbamos conectarnos con esa intangibilidad que todos poseemos.

Y comprendí. Finalmente, luego de tanto sufrimiento, una luz cándida se podía sentir aquí adentro. Yo tenía que cambiar y lo hice. Tenía ojos nuevos, manos nuevas, una sonrisa, una nueva manera de respirar, de sentir, de pensar…de vivir.

Mi alma se volvió a abrazar con ese recuerdo que me había costado horrores reprimir. Finalmente la jaula se abrió y aquel perfume se esparcía por todos los aspectos de mi vida. Incluso era contagioso. Me abracé al arte tan fuerte, que me fusioné y una vez allí dentro dejé de tener un cuerpo rígido. Era un ser volátil, como siempre había soñado.

El viaje II
Fue más bien como una recompensa. Finalmente tenía una visión más clara de todo a mi alrededor. Y por todos lados, aquellos detalles que antes no podía ver, se hacían volvían destacables.

Sabía que el viaje me cambiaría la vida… otra vez. A diferencia del primero, esta vez era físico. Porque a diferencia del anterior, estaba todavía aún más involucrada.
Encontrarme con parte de mi pasado, volver al origen. Allí había empezado todo. Toda mi historia humana empezaba en aquella ciudad pintada.

Y al llegar me di cuenta que era la pieza exacta para ese rompecabezas. Yo sí encajaba. Ese sí era mi lugar de pertenencia. Desde entonces, mi familia es exactamente lo que siempre soñé. Es increíble como descubrí que era parte de la familia que siempre quise ser.

Y quizás no lo hubiera descubierto si no fuera por Louis. ¿Familia? ¿Qué era eso para mí antes de Louis? No los conocía y no creía que tuviéramos mucho en común. Hasta pensé que ni me querían, es decir, nos habíamos visto dos veces en la vida.

Recuerdo la primera (más bien la segunda) vez que vi a Louis. Creo que estaba un poco celosa porque él era parte de una familia que debía ser más mía que de él. No sé cuanto duro ese pensamiento en mi cabeza ¿Seis segundos? ¿Diez? Él era simplemente genial. Y vino a mí una afortunada duda ¿No serían los demás también cómo él?

El viaje me permitió entender de donde vengo… y hacia dónde voy. A cada instante, encuentro más preguntas, que me llevan a muchas otras. Las respuestas siempre están, el problema es decidirse a buscarlas.
Y amar… es algo que no se controla. Cualquier intento de represión es inútil. Ya estoy viendo cómo llevarme con eso…

¿Me veo feliz?  Es porque lo estoy.

domingo, 13 de marzo de 2011

Te extraño

Te extraño. A cada instante... Me cuesta despedirme de vos. No logro convencerme de que lo nuestro nunca será. No logro creer que nunca volveremos a ser lo que fuimos. Ha quedado nada. Y lo peor es que es mi culpa. Y no me lo puedo perdonar ¡Y ni siquiera fue un error! Te amo, perdón.

Te perdí. ¿Por qué aún no me has dicho nada? Quisiera que me hablaras... ¿Estoy esperando algo que no llegará? A veces creo que fui yo la que te alejó. Es muy probable, suelo hacerlo con los que más quiero. Pero no has insistido. No has vuelto por mí. Vos tampoco me hablás.

De repente ahora que me faltás te me volviste necesario. Ahora, que tengo que tomar distancia, te me hacés inevitable. Me doy cuenta que eras mucho en mi vida. No eras un amigo corriente, eras muchísimo más que eso. Y por eso me pasó lo que pasó. Y por eso, me sentí obligada a alejarte de mí.
A veces tengo ganas de decirte algo, quizás simplemente saludarte, pero no tengo motivación. Cada vez que lo intento, me acuerdo que no me has respondido nada. Tengo miedo de decirte lo mucho que te quiero, porque... vos no sos así conmigo. Porque vos me querés menos. Y eso ambos lo sabemos.
Eso es lo triste. que yo te quiero mucho y vos no. Ya he quedado en el olvido...
¡Te alejé de mí porque tengo miedo! Porque no quiero saber que no nos pertenecemos, no quiero que me digas que no. Rayos, en realidad, sí me encantaría estar contigo. Traté de convencerme de que sólo me gustabas, pero no. Es más que eso.Te amo.

(Inconcluso)



sábado, 26 de febrero de 2011

En la oscuridad...

En la oscuridad no se ve tan confuso todo. Pero es solo eso; que no se ve del todo bien. Aquí llegan muy blandos los sonidos, por la pequeña ventana solo entra silencio y oscuridad. Quizás por eso es que me gusta. Acá no pueden verme tan desgraciada. Acá no hay nadie.

Al fin me vuelve la calma. Y desde este pequeño espacio puedo confesar todo eso que me hace tan mal. O que se yo, acá no me importa verme tan patética, desgraciada y dar lastima.

Lo que me llevo hasta acá primeramente fue verlo conectado. Verlo, quererle hablar y saber que no puedo. Ya no es lo mismo. El que antes era mi amigo, se convirtió en un candidato y mis ojos ya no lo ven de la misma manera. Algo acá adentro suspira por él, pero yo quiero hablar con él, como era antes, antes de que me enamorara. Lo triste es saber que no significo lo mismo para él y eso, a mi parte enamorada le duele un montón. En realidad a mi también porque incluso como amigos ya no somos lo que éramos. El era muy importante para mí, un amigo muy cercano. Quizás era inevitable traspasar ese límite. Pero nunca me di cuenta. Y además, para el yo no era la gran amiga que él fue para mí. Entonces cuando me fui, no me busco. No esperaba que fuera a decirme que le pasaban cosas conmigo, simplemente tenía un pequeño deseo de yo le importase tanto como él a mí.

Y así me pasa con un montón de cosas. Y también me pregunte en esa oscuridad si alguien estaría extrañándome como yo a tantas personas. Soy un ser minúsculo que no sobresale en algo masivamente interesante. Ni siquiera sé si soy buena en algo. Me gustan muchas cosas, pero no sé si soy buena en lo que hago.

Quizás no sea buena en nada. Y eso es lo que me jode; me gustaría saber que soy buena en lo que me gusta hacer. Me gustaría ser muy buena en algo. La mejor. Quizás en realidad solo busco impresionar a alguien. Me gustaría que alguien sinceramente me lo dijera.

“Hey vale, eres muy buena en lo que haces"

A lo mejor sigo intentando impresionar a mama; las cosas han sido diferentes desde que salí del nacional. Igual ya no busco que me entienda. Trato de ser normal, pero no puedo. Por eso me encierro aquí, hasta que pueda cesar mi llanto y finja que estoy bien. Y si, no me gusta aparentar, pero no me queda otra. Yo no tengo personas que me puedan contener (Marcio esta tan lejos...) No tengo a nadie que lo entienda. Nadie que me anime. Nadie que me diga algo digno de escuchar...

Todo es cuestión de tiempo dicen. Y que se yo... Mientras tanto así seguiré haciendo de cuenta que no me pasa nada, a lo mejor un día logro creerlo.

Eso quiero. No sentir. Porque lo que a mí me pasa es esperar demasiado. Quisiera realmente tener alguien cerca que me pueda abrazar... Te quisiera a vos conmigo. O a mis grandes amigos. A veces creo que todo cambio desde que te conocí y eso que apenas te conozco. Vos... Yo hablo de vos y la gente no sabe quien sos vos. Quizás ni vos crees que sos este "vos" del que yo hablo.
A lo mejor ni siquiera leés lo que escribo. Y si, es muy probable que no lo hagas. Porque para vos también yo no soy importante. No soy lo que vos sos para mí. Quisiera creer que en realidad no lo sé. Pero es verdad. Vos sabes muy poco de mí. Siempre tuve un poquito de ganas de interesarte, de que me preguntaras de mí. Siempre la que se pregunta soy yo. Quien sos vos y porque me fascinas tanto... Sos un misterio encantador para mí, aunque ya no quiero involucrarme demasiado. No puedo decir que sea interesante, es decir que yo sea interesante. No sé que tengo de especial. ¿Qué me diferencia de otras personas? No soy especial para nadie. Ni siquiera para mí.

A veces ni los buenos recuerdos me levantan de aquel pozo. Porque pienso por ejemplo, en mis primos que somos como hermanos (Nos entendemos TAN bien…). Y ahora están tan lejos…

Sentía que pertenecía a algo, a un grupo. Era parte de algo ¡Por fin! Nos separan enésimos kilómetros. Yo aquí extrañando. Ellos estarán bien. Sé que si pudiera tenerlos cerca…

No sé contenerme sola. No puedo hacer casi nada sola. El arte siempre ha sido mi soporte, mi fuga, mi catarsis, mi mejor psicólogo… Ahora no sé de qué me sirve amarte, Arte, si me siento tan sola. Hasta yo me río de mí.