viernes, 22 de abril de 2011

Patético... Y buéh.

Llega un momento en que la historia triste roza lo patético. De repente me pongo a pensar en cuán grotesca me veía allí, agazapada atrás de la puerta que había cerrado para que no me escuchen. Y si me pongo a pensar, de haberme escuchado, hubiesen preguntado por qué lloraba y allí también me hubiera dado cuenta de que la razón sería tan estúpida como mi cuerpo allí, apoyado miserablemente en un rincón.
Es tan triste que da risa.

Ese límite entre el drama y la comedia… que en realidad la comedia no es comedia. Es un drama del que uno “se ríe para no llorar”.  Y a muchos nos pasan ese tipo de cosas…
Los hechos  acontecidos daban pena, pero en un momento llegaron a ser exageradamente lastimosos, que ahora me parto de la risa. En realidad lo puedo hacer porque me puedo poner en la piel de un espectador de “mi película”. Y es muy gracioso.
Al menos hoy me puedo reír. Porque a fin de cuentas… ¿Qué otra cosa puedo hacer, luego de anotar los errores que no se deben volver a cometer?

Así que anoté:

  •       ¡¡¡PACIENCIA!!!
  •        Priorizar  dinero para comida y viajes.
  •        No vuelvas a ser demasiado sincera con tu primo. (¡luego puede doler!)
  •        Hablar claro: mamá no extenderá sus regaños. (No aseguro que dejen de existir, pero al menos, serán más cortos)
  •        Decidir la ruta, antes de salir. (así evitas caminar al pedo)


Cuando pasé por aquellos momentos, la tristeza lo habitaba todo en mí. Y no está mal… a cada sentimiento, su tiempo. No puedo decir que ahora esté “feliz”, pero tampoco puedo estancarme en preguntarme por qué me pasa todo esto. Supongo que todo, a fin de cuentas, es cuestión de tiempo.

Esperar a que algún día tal cosa…pase. Y no se trata de sentarse a esperar, sino que, habiendo hecho lo que está en nuestras manos, dejar que con el tiempo se vaya resolviendo. Como desenredar un ovillo de hilo; a veces hay que intentar de nuevo luego de algún tiempo. A veces tomamos un desafío y aún no tenemos las herramientas necesarias para enfrentarlo. No podemos pensar que es imposible, simplemente debemos, a través del tiempo, encontrar ese “algo” que nos falta para luego volver al asunto.

Así que… mientras tanto, retrocedo mi película e intento sacar alguna pista más, o simplemente vuelvo a repetir ese momento exacto en que tropiezo. Sí, dolió; pero ahora es muy gracioso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario