miércoles, 29 de diciembre de 2010

Le finale

Desde hace tres años aprendí a mirar para atrás, bah… aprendí; tuve cambios importantes cuando comencé a buscarle un sentido a la vida, algún propósito, algún objetivo…

Tres años... Tres años me costó encontrarme. Podría definirlo así: Estallido, reconstrucción y lección final.

2010. Año en el que debía egresarme. Año en el cual de cierta manera…se cierra un ciclo. Año moraleja. Termino escribiendo consejos para mi hija, cosas importantísimas que acabo de aprender en este año. Señores, creo que maduré.

Sé lo suficiente como para no exasperarme por lo que pase. Aprendí a reflexionar. Aprendí a escucharme, a percibir aquello que guía, que me ayuda a avanzar. Aprendí a ver obstáculos, no problemas. Tengo 18 años. Resulta que, no casualmente, soy legalmente responsable de mí misma.

En fin… el punto es que este año es el final de una etapa.

2010. Comencé el año entendiendo que el problema residía en mí. Que no era un problema. Era un derecho…casi una obligación. Pensar. No podía dejar de pensar… Y allí Marcio me hizo comprender que estaba bien. Que cuestionarse era necesario. Que no debía pasar por alto lo que me sucedía. Que no era verdad lo que todos decían, lo que todos creían, que la tristeza no es una enfermedad. Es una emoción más, que nos hace humanos, seres pensantes, con el poder de formular preguntas y razonar respuestas.

Entonces la tristeza (condimentada por aquella soledad eterna, que por momentos se acentúa más y por momentos parece no existir) se convirtió en mi llave. Una llave que me permitió abrirme a un mundo de posibilidades, de respuestas que sembraron más preguntas, Marcio apareció (nuevamente) en el momento indicado, llegó como respuesta, alumbrando el camino…

Pero había algo que no estaba entendiendo. No me estaba siendo sincera con…eso. Aquello que tiene nombre y apellido y me atrajo desde el primer momento en que lo vi entrando a la escuela, con una mística que poco tenía que ver con aquel ambiente. No, definitivamente había algo en él que lo diferenciaba potencialmente del resto. Pero eso sólo lo veo yo.

Estaba siendo hipócrita conmigo misma… Sé que debía darme un tiempo para pensarlo, para entender que… no había nada que entender, el amor es así. Si tuviera una razón no sería tan interesante…

Y a la par yo seguía aprendiendo. En realidad todo tenía que ver entre sí, pero sólo cuando llegás al nudo que une todo, te das cuenta. Entonces, allí estaba yo, aprendiendo cosas nuevas, descubriéndome como artista. Como persona.

Comedia Musical. Sofía. Aprendí algo que se llama: Paraaaaa! De repente me di cuenta que me preocupaba por cosas que ni valían la pena. Que tenía una vida muy rígida, muy preocupada. Que se podía vivir de otra manera. Que hay cosas que no se preguntan; se hacen.

Carpe Diem. Estoy hablando de lo que los antiguos dijeron. No de esta idea facilonga en la que creen muchos adolescentes, yo hablo de la idea de aprovechar la vida. De apreciar cada momento que será único e irrepetible. El tiempo no espera. Nos da muchas oportunidades, pero no somos eternos… Carpe Diem. Aprovechar, es aprender. Aprender todo el tiempo. Disfrutar cada momento de esta vida, contemplarla en su totalidad, examinarla, cuestionarla, reflexionarla, razonarla…

El mundo y todo lo que con nosotros convive es mucho más grande de lo que apenas conocemos. Pensar… Es maravilloso poder tener la capacidad de hacerlo.

Y pensar, descubrir esto, eso y a mí misma, me permitió dar el paso final. Comprender que al corazón no lo mando yo. Resulta que el amor es un ser. Un ser que vive en todos nosotros. Que yo amo. Amo y no tiene sentido. Y ¿Por qué habría de tenerlo? Amar es un acto, es la vida misma. Amar es vivir, crear. Amar es arte. Si amas, crea. Creen, inventen, exprésense, ábranse al arte, al amor…a la vida.

Entonces finalmente entendí. La lección final ya está dada.

Y eso creo que es lo que me da miedo. Que ya está. ¿Qué viene ahora? El viaje. El viaje que cambiará mi vida. Sí,sí; lo siento acá adentro y me da vértigo. Tengo la adrenalina corriéndome por las venas, de tirarme al precipicio de lo desconocido sabiendo que no hay vuelta atrás. Sabiendo lo que sé, no hay problema.

Es sólo que… Luego de aquello vendrá algo que aún no quiero compartir, pero es un cambio radical… ¡Y yo pensando en vos! De todas las cosas que podrían tener más prioridad, yo me pongo a pensar si te voy a volver a ver alguna vez…

Es lo que más me da miedo; no volverte a ver.


Y aquí podría poner una bonita conclusión… AMENSÉ, GENTE AMENSÉ~! El amor lo es todo ;)

martes, 28 de diciembre de 2010

A veces...pasa.

23 de diciembre del 2010

¿Por qué a veces sale todo mal? A veces no tengo fuerzas para seguir, simplemente trato de estar, de sobrevivir un día más a toda esta basura… A veces quisiera irme a otro lugar. Desaparecer del tiempo y el espacio. O tan sólo estar con vos. No sé por qué pero cuando todo es inaguantable, me gustaría contar contigo.

Yo también me canso del mundo a veces. Me rindo, me desarmo y quiero morir un instante. No sentir esta soledad implacable. No sentir. Así nuevamente despertarme con fuerza y vitalidad. Pero bueno, yo también tengo mis momentos de debilidad, de dudas, de frustración y confusión...El problema es que nadie está allí para armarme de nuevo. Corro a refugiarme en casa, aún sabiendo que no encontraré ningún consuelo allí. Ni ahí, ni allá, ni acá. ¿Dónde? ¿Quién podría comprender mi angustia, lamerme las heridas, animarme, devolverme algo más de vida…? ¿Dónde está mi abrazo? No sé para qué lo pregunto, a veces me resigno a pensar que jamás existió ni existirá. Aunque claro, la esperanza es lo último que se pierde.

Y qué más da… Acá estoy, sola, loca e inconsolable. No es que me haga la fuerte, pero la verdad que no tengo ganas de intentar explicarle a la gente que me rodea (sí, esa que sólo me rodea) que necesito sentir que yo importo. Sí, quizás sea egoísta, caprichosa… Quizás sea eso. Que soy un desastre de persona. Que a fin de cuentas no entiendo nada. Que mamá debe tener razón; no sé hacer amigos, soy poco sociable…

Odio que no me ande internet, mi principal vía de comunicación con mis personas favoritas… Que con saber que ellos están bien, yo me siento un poquito mejor. Debe ser verdad eso de que me preocupo más por los demás que por mí misma. Porque sinceramente en momentos como éstos me importa un carajo mi vida. Yo me tiro al piso a escuchar música y lloro una verdad; que estoy sola. Pero en silencio, chiquita, para no molestar a nadie. A veces espero que el celular suene. Que alguien me necesite alguna vez. Que me llame alguien que yo necesite. Un “Te quiero” me gustaría oir, cuando la soledad me atrapa. “Todo va a estar bien” ¿Quién lo dirá? Nadie presiente que hoy me siento mal. Pienso auxilio mientras mis fuerzas se desangran en el suelo y tengo ganas de morir. Y el teléfono no suena. Nunca suena.

Cuando las cosas se ponen tan confusas, me aferro a vos, a tu recuerdo, a la fantasía de un abrazo tuyo, de un futuro juntos… De que la próxima vez estarás allí y evitarás mi caída. Pero ese momento aún no llega. Quizás en realidad nunca llegue a existir.

Cuando caigo en esta carrera, los demás siguen, la vida sigue. Yo no cuento. No cuento con nadie allí, tendiéndome la mano para ayudarme a continuar. Me las arreglo como pueda. A veces temo que llegue el día en que no lo logre. Que no logre volver a levantarme. Lo que temo en realidad es que nadie se dé cuenta. Y mi cuerpecito quedé allí a la deriva, ocupándose de los demás; creyendo que estoy bien. A veces temo estar creyendo algo de mí que no es real.

¿Y si mamá tiene razón? ¿Y si realmente no sirva para nada? ¿Y si realmente no sé hacer amigos? Quizás sea terriblemente verdad. Que soy soberbia y altanera. Que no sé hacer amistades. Porque no soy muy querible. Es muy lógico, no imagino nadie pensando en mí, como prioridad. Sí, quizás es verdad… sino ¿Por qué me siento tan sola? Debe ser que en verdad soy caprichosa, que quiero ser especial para alguien. Sí, probablemente sea egoísta, que quiero alguien para mí.

Es que… Me gustaría que alguien se preocupara por mí, y perdón si soy egoísta, pero… me gustaría ser encantadora y destacable, recibir alguna atención especial. Que cuando creo que no tengo a nadie, aparezca alguien a corregir mi error.

Quisiera poder salir a su encuentro tan sólo en busca de un abrazo. Quisiera poder llamarlo con sólo pensarlo. Que yo creo en esas conexiones… aunque sólo una vez he tenido la experiencia.

Quizás sea que soy más fuerte que, aunque me sienta en el fondo, todavía tengo mi propio impulso, el suficiente para continuar por mí misma. Que nunca mi caída es tan grave, si lo fuera como aquella vez, probablemente aquel ser volvería. Pero soy más fuerte y jamás volveré a caer tan bajo. Porque ahora entiendo.

Pero aún así no lo soporto. No soporto tener que hacerlo por mí misma. A veces ni logro reconstruirme del todo, simplemente tomo impulso y salgo a flote como sea, a veces ni me importa estar bien, porque el tiempo no espera, la vida no espera, y aún sangrando, sigo.

(Inconcluso)

sábado, 18 de diciembre de 2010

El arte del ruido

Digitalism

Secuencias, formas, convenciones... Tengo un universo musical tan único... sabe a tonalidades de estrellas, galaxias y satélites. Es un tanto futurista para la mente humana que aún no llega a tal nivel evolutivo...

Pero seremos más, cada vez seremos más.

Sonidos espaciales, lenguajes de lejanas galaxias, todo están místico y estrellado… Escuchar música para mí, implica trasladarme al espacio exterior, al vacío... sentir cada compás en el cuerpo, que cada célula vibre a su manera, transformando el movimiento en música para ver. Me encanta liberarme de los límites humanos y sentirme geométricamente bien.

Es como un juego, las reglas son un juego, un desafío de arte, de invención y creación. Que cada invento humano es arte. Funcional, necesario, pero bello al fin. Para descubrir aquella magia encerrada en el objeto más simple creado por el ser humano, hay que despegarse de la lógica humana. Hay que dejar de tomar todo tan naturalmente. Porque nada es natural.

Nada es así porque sí. Todo tiene su historia, toda solución, todo resultado, surgió de un problema, de un obstáculo. Hay accidentes también, pero eso tiene Destino por medio…

El poder humano, aquel que nos permitió construirnos herramientas, convertir objetos muertos en instrumentos… El poder de razonar e inventar es un don que no podemos rechazar. Es necesario para elevar nuestro espíritu, engrandecer el alma, reflexionar…

Evolucionar. Eso es. Es la llave a la siguiente dimensión. Al siguiente nivel de este juego.

Si viéramos la vida como un juego, ¿Podrían ustedes notar cuál es el objetivo? La idea es siempre pasar al próximo nivel. Superar obstáculos. Probar. ¿Y si fallamos? Hay otras vidas, que en la vida real se llaman oportunidades. Y en los juegos las oportunidades, es decir, el volver a intentar siempre está. Depende de uno si quiere volver a intentar. Pero de otra manera no se pasa al próximo nivel. A veces a uno esto lo enoja, porque no puede pasar el nivel, y termina renunciando. Pero allí está, la oportunidad siempre espera ser tomada. Nunca es tarde.Quizás la muerte es el límite. En la vida real hay un límite de tiempo. No es un juego del que se pueda salir vivo. No es juego del que se pueda salir. El Destino te dio una ficha, y aquí estamos. ¿La vas a desperdiciar?

Hay juegos que son para más de un jugador y creo que esta vida es así, de múltiples jugadores. Todos debemos pasar el nivel. De lo contrario seguiremos aquí, arruinando el juego, complicándolo sin sentido.

El poder de razonar, de amar, de sentir… Todo esto nos hace seres humanos. Son las herramientas que tenemos en este juego. Para obtener mejores “armas”, debemos mejorar nuestros instrumentos, debemos mejorarnos a nosotros mismo en cuerpo, mente y alma.

A través de razonar, de la necesidad de encontrar un respuesta a las dudas que debemos de tener. Porque es necesario preguntarse por qué, cómo… Se debe cuestionar todo. Debemos entender por qué las cosas son como son. Y buscar en nosotros mismos nuestra propia respuesta, nos llevará a comprender. Ejercitar el razonamiento, nos mantiene alertas, despiertos. Debemos cuestionar sin miedo. Por más absurdo que parezca, debemos cuestionar todo para conocerlo en su totalidad.
De la necesidad surgieron ideas, soluciones a problemas. Pero esa necesidad fue pensada, razonada, cuestionada y no simplemente tomada como algo que sucede y ya.

Crear. Crear es un don. Es nuestra herramienta, única y pública, porque es de todos. Es un derecho. Crear es un derecho que todos debemos tener. La razón, los sentimientos, el cuerpo… todo eso nos empuja a crear. Y crear es un acto de amor.

Y el amor es arte.

Cuando escucho a mis músicos espaciales, los siento tan externos al planeta tierra. Es como música de otra galaxia. Poco valorada, por el hecho de combinar tecnología con instrumentos funcionales y prácticos, lo que no les quita complicidad. Quizás deba ser que con aquellos instrumentos se pueden simular todos los demás. Menos la voz humana, creo.

Música electrónica. Para muchos les debe significar algo artificial. Para mí es música. Es como tomar una licuadora y convertirla en un instrumento (?)
Tomar un sonido común, y desarmarlo, detallarlo, examinarlo, reinventándolo en muchos más. Hacer una secuencia geométrica y jugar con las múltiples opciones que se encuentran. Jugar. Combinar, recombinar, creando otras secuencias, o superponiendo secuencias. La música electrónica para mí es eso. Jugar con los sonidos. Jugar a crear música con sonidos, con ruidos, con palabras, con momentos, con ritmos, con velocidades, con líneas, con geometría…

Daft Punk

Jugar. Crear. Hacer música, hacer arte.


"Una idea-fuerza de la filosofía futurista era la de valorar el "ruido" así como dotar de valor artístico y expresivo a ciertos sonidos que anteriormente no habían sido considerados ni siquiera remotamente como musicales"






jueves, 16 de diciembre de 2010

¡¿Sin vos...?!

Fue como si despertase, como si recién comprendiera, aunque desde siempre lo supe: Sos esencial en mi vida. No sé si fue por el tema, es probable… la música siempre me llega ahí, donde incluso yo a veces no llego. Me ayuda, en cierto sentido…
Y entonces mis ojos se abrieron para sacar esa increíble certeza: Te necesito siempre.

Me angustia pensar que el destino podría arrancarte de mí. Aunque yo haría lo imposible por tenerte siempre aquí… no soy quién decide. Está todo determinado. Perdón, pero no puedo quitar la posibilidad, aunque la crea imposible. Un grito ahogado se retuerce en mi pecho y me pongo a pensar que sin vos no tengo nada. Que sos vital para mí, creo que vos no te imaginás la dimensión de todo esto.
No, no sé si puedo decir que te amo. Quizás lentamente esté pasando. Quizás sin darme cuenta todo esto ya está pasando. Quizás así es el amor. Que no se puede determinar cuando pasa exactamente...
O tal vez fue así desde el principio, porque siempre me deslumbraste. Para mí desde el comienzo fuiste una luz. Siempre serás mi luz.

Y perderte… ¡No! ¡Perderte, jamás! Que no lo quiera nadie, que yo sin vos… No me puedo imaginar mi vida sin vos… Mi vida sin luz.

Y claro. Claro que me importa lo que vos llegués a opinar de esto. Perderte jamás…
No, no quiero, me niego.

¿Mi vida sin vos? ¿Te imaginás? ¡Qué horror! Siempre necesito de vos, porque siento que sos el que más entiende, el que más me ayuda, ¡En todo! Si no fuera por vos… Yo seguiría sintiéndome sola. Y cada vez soy más fuerte, cada vez me siento mejor… y mejor y mejor. Y ¡Todo por vos! Entonces… no sería justo, no.

No me alcanza la vida para agradecerte todo, pero TODO lo que me significás… Es impresionante todo lo que hacés… Yo te admiro tanto… Entonces… ¡¿Qué haría yo sin vos?!

¿Y si mañana fuera tarde para decírtelo? Vos sos todo para mí, ojala siempre te tenga conmigo. Un increíble amigo, una excelente persona, un ser de luz, ¡Sos una luz…!
Nunca me voy a cansar de decírtelo, porque siempre lo pienso y a veces creo que te olvidás de lo especial que sos. Porque… tenelo clarísimo; vos sos especial. Diferente a lo común. No sos común, sos destacable. Así como desde la Tierra se ven las estrellas, afuera de este planeta, allí desde el resto del Universo se ve tu luz, tu alma resplandece, alumbra, se expande, se engloria, se inmortaliza…

No es que haya tenido un presentimiento de nada, simplemente imaginé la temible posibilidad de que sucediera… como vos decís: “todo es posible”.
El tiempo verá lo que hace con nuestra amistad… yo no pienso terminarla, no pienso perderla. No quiero perderla… No quiero perderte.

Te quiero muchísimo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

No entiendo

Me sonreís desde esa foto y yo ya no sé qué pensar…No sé porque te amo.

Me cuesta, me cuesta horrores entender. Porque no lo puedo imaginar… ¿Nosotros dos? Yo sólo con mirarte me altero… será que necesito acostumbrarme. Será que es peligrosamente emocional algo más que tan sólo eso. Mirarte.

¿Y qué es? ¿Qué es eso tan especial que tenés para mí?
Me cuesta aceptarlo… ¿Por qué vos? Entiendo que tengamos cosas similares, pero no lo puedo imaginar, simplemente porque... Te veo tan lejos de mí… Creo que ni te importo, y está bien, no sé que soy para ti, tampoco he hecho méritos para ser algo más que una simple conocida.

Es que me cuesta… Me cuesta encontrar la manera de acercarme a ti. A veces creo que ni quiero, pero luego te extraño tanto…

Me duele no ser parte de tu vida. Me da tanta lástima… Lástima por mí que estoy mendigando un poco de vos…

Te miro y no sé que pensar…Me angustia que yo no te importe tanto como vos a mí. Me angustia porque te extraño. Cuando todo está mal te extraño. Cuando todo está bien también.
Te miro y no sé qué me encanta. Qué me encanta más. Te miro y sé tan poco de vos…

Te miro y las canciones vuelven a mí. Y todo me suena a ti. A que no estás aquí. Aquí conmigo…

No quiero serte pesada, no quiero molestarte… Sólo quiero saber porque me gusta todo de vos. No puedo siquiera expresarlo en palabras, porque no existe…
¡Quiero saber porque siempre recurro a ti! A tu imagen, a tu rostro, a tu mística, a tus ojos, a tu música, a tus gustos, a tu recuerdo, a ti.

Creo que me amarga eso. Que no soy nada para vos. Que aunque sea tan especial… no tengo privilegios ¡No tengo nada! Que soy tan extraña que hasta es incomprensible.

Por eso asumo con pesar que siempre seré solitaria. Porque te amo. Te amo y no sé bien por qué. ¿No es acaso un tanto perturbante? Porque a pesar de que a veces no entiendo… incluso llego apensar que quizás no te quiero pero no es así ¡Jamás será así! Te amo porque sí.

Te amo porque me diste algo que nadie más me puede dar. Algo que no entiendo, pero sé que está. Que está en vos. Y me atrae tanto… Algo que nadie más descubrió. Algo tan increíble…Y sólo yo lo puedo ver. Y te amo. ¿Te amo?

¿Será esa la palabra correcta? ¿Tan así? Sólo puedo decir que cualquier cosa que me hable de ti me encanta, que no puedo estar ni un momento sin pensar en vos, en tu vida, en lo que debería ser nuestra vida, juntos, y que por eso te extraño. Y que siempre te extraño. Y que cuando pienso en amor, pienso en vos. Cuando pienso en alguien es en vos. ¡En vos!

Que no quiero sonar romántica, simplemente te soy sincera… es lo mejor que puedo hacer…
Que a veces creo que amo a otras personas también. Que con otros sí puedo imaginarme una convivencia, pero contigo está todo tan difuso… porque estamos lejos.

¡Pero aún así te quiero conmigo! Me duele la hipotética posibilidad de que lo nuestro ni siquiera llegue a pasar. Cuesta aceptarlo pero es lo más probable. Soy una persona muy extraña, quizás excéntrica o más bien intensa. Alguien que parece difícil de enganchar… ¡Pero soy tan vulnerable…! Soy tan apasionada, que el mínimo roce me ruboriza, que con una mirada me exitás y que por vos hago cualquier locura. Que no es una obsesión, simplemente te amo.

Pero hay algo que me preocupa…Porque no entiendo, de verdad que no entiendo. Que no sé si te amo o hay algo que por momentos te habita y que a eso yo amo. Que va cambiando de forma, de cuerpo, de ser… pero sigue siendo la misma esencia.
Quiero saber que sólo te amo a ti, pero ese otro alguien…

No entiendo…¿Y si amara a dos seres al mismo tiempo? Que si me pidiera una vida juntos, me arrojaría a aquellos también amados brazos, aunque… creo que seguiría pensando en vos.
Es tan extraño… Que soy tan feliz hablando con él, que sonrío sin ningún motivo de sólo leer su nombre. Que saber que le importo me enternece y no puedo estar un día sin saber de él. Porque es mi amigo. Y eso es inquietante también…

Jamás me gustaría perder su amistad, siendo él tan importante para mí… Pero me es inevitable pensar en él como algo más… porque efectivamente siempre estoy pendiente. Pendiente de que esté bien. Me importa tanto… Compartiría mi vida con él, simplemente porque me hace sentir bien. Ni siquiera sé si lo amo, no me atrevo a confirmarlo.
Porque aunque fuera cierto, existís vos. He aquí la cuestión.

Te amo y todo me recuerda que te amo. Que todas las canciones me regalan tu presencia intangible, el pensar en vos, sobre vos y para vos. Y en él. Muchas canciones también me hacen pensar en él. En que lo quiero, en que cuento siempre con él.

¿Y qué hay de vos? Que te quiero. No entiendo, pero aún así… te amo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Te extraño

¿Por qué?
De repente me sentí tan, pero TAN sola… Gracias, no es que ustedes no me aprecien, es sólo que… para nadie soy especial. Soy tan diferente de todo que no soy parte de nada.

Corría, escapaba… Y de qué servía, si nadie me buscaba. Quizás quería sentirme un poco querida, quería una caricia… Perdón, debe ser que realmente soy egoísta. ¿Será tan malo desear que alguien me quiera sólo a mí? ¿Estaré pidiendo algo que no merezco? Sí, quizás sea eso, que no debo. ¡Pero me siento tan sola!

En la oscuridad y el silencio la soledad se vuelve tan grande. Me hago consciente de que al final del día estoy completamente sola. Que estoy completamente sin ti.

Tantas grandes personas que me rodean… Pero no, a nadie le importo tanto como quisiera… como quisiera importarte a ti.

Y sólo vos. Cuando me siento tan mal en el primero que pienso es en vos. En vos. Todo reside en vos… Por qué te tendré tan lejos… Tan lejos de mí…
Esta noche te necesito tanto… ¡Te extraño tanto...! Qué desgracia… me vuelvo a casa aún sabiendo que no encontraré abrazos en mi cama ni consuelos en la oscuridad.

Camino sola, pido amor. Tan vulnerable, tan miserable… ni la luna me acompaña.

¡Te extraño! Con todas las fuerzas, de manera violenta y desesperada el alma me grita que te quiero. Que te quiero conmigo, hoy y ahora que me siento tan mal. Porque hoy parece que todo me sale mal.


No me siento parte… Amor, ¡Para nadie soy especial! Ni siquiera para vos… y yo que te quiero tanto…

Ni el cielo se apiada del pesar que arrastro, porque se me hace tan insoportable no tener mi cabeza sobre tu hombro. No me puedo resguardar en tus brazos, amor… ¡Te extraño tanto…!

Nadie puede lo que vos sí. Que con sólo mirarte yo me siento feliz… Por eso hoy que me siento tan nada… quisiera que me animaras, que sólo con verte me siento mejor. Que aunque mi vida sea miserable contigo sería perfecta.

Sos mi más anhelado capricho, el que menos se me concede, porque sos tanto para mí… La cura, sos mi droga favorita, no me puedo abstener de vos, no me puedo separar de vos… ¡Si todo en mí lleva tu nombre…!

Esta noche me será insoportable, sintiendo tanto tu ausencia, escuchando la canción de tu esencia y extrañándote tanto…

jueves, 2 de diciembre de 2010

Mis nuevos amigos


¿Cúantos abrazos recibí hoy? Tenemos un vínculo fuerte. Tenemos arte. Tenemos amor.
Entre nosotros nos entendemos...vamos bien, como dijo Juan, el camino del arte es...necesario, esencial y nosotros estamos aquí, en este sendero. ¿Pueden creerlo? ¡Estamos bien!

Los miro y los quiero. No sé, es extraño decirlo, pero me lib
ero más, me siento bien.
Es un alivio encontrar personas como ellos, encontrar personas que son como son, sin complicaciones vanas, haciendo lo que más les gusta, es por eso que parecen eternamente jóvenes, porque viven como el Dios, el Destino, manda.


Porque es así. Se vive de amor, se vive de arte, no de dinero. Sí señores, me atrevo a decirlo. Vivimos de lo que somos, artistas, humanos, somos vida.
¿Dinero? Dinero... el dinero viene y va solo, viene con el éxito y el éxito viene cuando uno se dedica a lo que le apasiona.

¡Y mis amigos son unos enamorados del arte, como y
o! Sí; no somos millonarios, pero somos muy, muy felices.

Nos sonreímos... me encanta, me siento parte, parte de un grupo, de una familia, ya trascendió de ser simplemente compañeros, somos amigos, muy amigos, re amigos.
Compartimos dos horas por semana en todo este año, incluso el tiempo se fue alargando casi a 5 horas por semana... Nos compartimos cosas, aprendimos juntos, nos consolamos cuando fue necesario y nos reímos... ¡siempre!
Por eso, no quiero perder el contacto. Que todos los jueves por la tarde tenga que verlos, sí ¡Que no se corte esta costumbre!
Intercambiamos abrazos, sonrisas, besos, chistes, conversaciones, locuras... Siempre hay algo para decir, para contar, para hacer...
Juntos, ¡Estamos juntos en esto! ¡No terminamos de despedirnos más!

Quizás sea eso; no queremos despedirnos nunca.