miércoles, 11 de junio de 2014

Fiesta en el pueblo~! (II)



Antes de empezar a relatar mis aventuras, quiero notificarlos de una mala noticia, bueno mala para mí:
Perdí mi cámara. Se quedó en el último camión al que subí... Pero lo malo no es la cámara, o sea, sí, pero sobretodo, ¡Las fotos! Desafortunadamente no bajé a la computadora las últimas fotos, por lo que no puedo mostrarles mi cotidianidad de esos días con mis compañeros de viaje, por lo que voy a ser un poco breve al respecto ya que me da mucha pena...

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Pero bueno, luego de actuar en Despeñaderos, de hacernos amigos con poco más de un metro de altura, nos embarcamos hacia Córdoba capital. Nuestro desafío fue armar el mismo espectáculo, pero en la calle. Tengo que admitir que ahora puedo recordar con cariño esos días en los que debatíamos el lugar, el cómo y el cuándo, pero en esos días, cada uno tiraba para su lado y fue difícil por momentos, pero poco a poco fuimos encontrando las respuestas, día a día, aprendimos cómo interactuar con la gente, qué elementos servían, cuáles no...
Córdoba capital es una ciudad como la de Buenos Aires: muchos autos, mucha gente, muchos vendedores, escolares, turistas, etc. Al principio no me afectó tanto, pero como bicho de ciudad que soy, comencé a dejarme llevar por ese ritmo molesto y acelerado.
Sumado a eso, el grupo se separaba... hasta tenía fecha y todo. Creo que eso fue lo más triste e inevitable por lo que tuve que pasar... Y digo inevitable porque mi deseo era seguir todos juntos, pero no todos estábamos de acuerdo...



Proseguí viaje con Mariana hacia San Pedro. ¿Por qué San Pedro? Un día en Córdoba se nos acercó Diego, ya ni recuerdo por qué, pero nos invitó a su patio cultural por si queríamos presentarnos ahí, que habláramos con él cualquier cosa.
Así que una semana y media después de aquella invitación partimos sin mucha información más que lo que recordábamos que Diego nos había dicho esa noche.
Ésta es una de las pocas fotos que tengo de San Pedro (snif...)



Cómo verán anduvimos payaseando con nuestro anfitrión, el payaso Timoteo.
Diego tiene en marcha muchos proyectos que, ligados al arte, buscan crear espacios de comunidad para la gente del pueblo. El patio cultural "La Lechuza", la recuperación del ex-cine como espacio comunitario para realizar diversos talleres, el taller de juegos en Chancani (un pueblito mucho más chiquito que San Pedro) son lugares por los que anduvimos en compañía de Diego, activando,  festejando la alegría de encontrarse, de jugar.
Otra vez fiesta, otra vez  el asombro de la gente por los colores, los payasos, los zancos, otra vez las risas, las miradas curiosas, los aplausos, las rondas, las sonrisas... Jugando, nos liberamos, nos desinhibimos compartimos y aprendemos.
Otra vez el pueblo está de fiesta.

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