lunes, 7 de julio de 2014

Señales

Siempre creí en las señales que se nos cruzan en la vida, esos pequeños acontecimientos, como el guantecito azul que simbolizan momentos, enseñanzas, reflexiones hechas o por hacer. Lo cierto es que aquel día yo radiaba de felicidad o al menos estaba tranquila con los sucesos del día y descubriendo mucha más soltura en mi relación con el entorno hasta que me encontré con este mensaje: "Hace tu gracia".
Bastante simple pero efectivo al fin, pues era cierto, lo mejor que podía hacer era lo que más a gusto y mejor puedo desarrollar, mi gusto por las artes. Aquel pensamiento regocijó mi alma, me dio la calidez de una respuesta amable y feliz. Así que, mientras pensaba en la persona que lo había escrito, encontré en la otra punta de la plaza el siguiente mensaje:


Sonreí hacia adentro y también hacia afuera. Esta frase llegaba justo a mí en el preciso momento, como si esto estuviera planeado, pero de eso se tratan las señales, "casualidades" que hacen que la vida se asemeje a una historia ficcional. A veces tenemos miedo de "hacernos la película" con este tipo de sucesos inesperados que creemos que le pasan sólo a protagonistas de libros y películas, pero lo cierto es que todo eso está basado en esta realidad que creemos más "seria". La realidad supera a la ficción, es un hecho.

 La persona buena onda que me dio fuerzas anónimamente a través de esta oración tan vibrante sigue siendo un misterio para mí, pero si por alguna casualidad llega a mi blog, o alguien lo conoce, quisiera decirle muchas gracias por tan linda iniciativa. Cuando pienso en el amor, pienso en estas actitudes desinteresadas con una intención clara y positiva. Al dueño de semejante acción me gustaría darle un abrazo, porque sus palabras (escritas) me dieron ánimos y fueron tan efectivas como los consejos y el amor de mi amigos.
Ese momento me recuerda lo que me gusta de la vida, eso intangible y a veces invisible a los ojos que lo incita a uno hacia adelante, a seguir luchando, a avanzar, crecer que a pesar de las dificultades, todo en algún momento va a estar bien.
Estamos tan conectados... más de lo que imaginamos. Sólo hay que abrir la mirada, la vida se manifiesta de diversas maneras y todo el tiempo, hay que estar dispuesto a creer nomás. Las respuestas están frente a nosotros mismos, sólo hay que estar más atentos.

                         

"Visión panorámica" nos aconsejaban en mis clases de teatro callejero y es aplicable a la vida también, dejar de encerrarnos en el camino por delante y observar lo que nos rodea en el instante, en este presente que muchas veces no valoramos. Una de mis metas es ésa, tratar de enfocarme en el presente y no adelantarme ni arrepentirme de lo anterior.


Con éste último volví a mi casa alegre y positiva. No estoy sola, alguien tuvo los mismos miedos que yo, sea el que escribió estos mensajitos o un amigo del autor y estos consejos me sirven a mí tanto como a muchos otros que andarán por allí, como yo, con muchas preguntas y temores, quizás alguna vez pasen por la plaza y vean lo que yo. ¿Cuántas sonrisas habrán producido estas frases?

Las señales están, para el que las quiera ver.

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