miércoles, 9 de febrero de 2011

Carta para mí

Srta. Confundida:

Me decepciona su comportamiento poco razonable de ayer. Comprendo que la influencia de la luna hace que afloren en usted ese tipo de pasiones, pero no debe dejarse llevar por la situación. También comprendo que es mucho más difícil controlarse estando usted a solas, pero le ruego que encuentre la manera.

Voy a proseguir a aclararle algunos asuntos que pienso, debe usted no olvidar. Sé que en el fondo usted ya sabe mucho de lo que le voy a decir, pero se lo repito porque es preciso que lo tenga siempre en cuenta.

Usted sabe ahora más que nunca que Dios sabe lo que hace, o como le suele llamar usted; Destino. Comprenda que, usted misma lo sabe, aún no está preparada para determinados asuntos. Argumentará usted que le es inevitable puesto que influye sobre usted la angustia libriana de sentirse incompleta. Si bien es cierto, también por esto debe usted moderarse (¡Recuerde a Platón!). Usted aún debe aprender a controlar esos impulsos, lo cual no significa reprimirlos, sino justamente, dominarlos, meditarlos y luego llevarlos a la precisa acción.

A pesar de que usted me reafirme su debilidad respecto a sus sentidos, volveré a decirle que usted es más fuerte de lo que cree. Amar no es debilidad, al contrario, la convierte a usted en un ser más sensible y esto la conlleva a percibir cada vez más nítidamente su alrededor. Déjeme decirle también que teniendo usted la suficiente capacidad para reflexionar y razonar no debe dejar de hacerlo.

Si usted se siente débil, es porque usted decide serlo. Tiene en sus manos la posibilidad de cambiar aquella actitud. De todas maneras, tarde o temprano lo encontrará esto usted muy necesario. Como dijo algún poeta que hoy no recuerdo su nombre:” Yo también me he visto obligado a creer que era más fuerte de lo que en realidad era.”

Viéndola a usted aún confundida por los sucesos ocurridos estos últimos días voy a aclararle un poco las ideas, hacer un poco de orden en aquella confusión de sentidos y demás.

Empezando por número 1. Si usted se pone a adivinar lo que N1 le puede llegar a contestar si usted le pregunta lo que fuere, terminará preguntando nada. Lo que usted debe hacer en esos momentos es relajarse. ¿Qué pasó con eso de fluir? Parece haberlo olvidado. Le recomiendo que no entre en ese estado de pánico, a fin de cuentas no tiene sentido, usted se hace un mundo por algo tan simple. Además, no se sienta obligada a hablar simplemente porque está disponible. Hágalo cuando lo sienta necesario, no busque alguna retorcida excusa para hacerlo.

Respecto a N2 no puedo decirle más, que no se ilusione. Sé que es una situación insoportable, pero puede usted hacer de cuenta como si nada hubiese pasado, a fin de cuentas, ¿no está haciendo N2 lo mismo? No espere demasiado de aquello. Hace bien usted en darse cuenta de esos pequeños detalles. Aún así la última palabra no está dicha.

Pero ahondando más en esto, sería mejor tratar de evitar enredarse más en algo que, usted sabe bien, tiene poquísimas posibilidades de salir bien. Recuerde; moderación.

Le aconsejo que se quede con aquella sana amistad, sabe usted muy bien que traspasar aquella barrera no le será muy beneficioso, sobre todo si quiere evitar hacerle daño.

Debe tener muy presente su naturaleza. No puede esperar que todo aquel que se cruce en su camino la entienda. Sí, también creo que N3 es una persona bastante comprensible, entiendo que la extrañe, puesto que yo también lo hago. Al igual que usted, admito que me siento un tanto desorientada sin él. Pero tan sólo sea paciente, él volverá a aparecer. Siempre vuelve ¿lo recuerda?

Espero que esto le sirva de ayuda de ahora en más. Como cierre la invito a profundizar sobre sus proyectos que nuevamente asoman. Deje el amorío para después, cuando realmente comprenda lo que significa. Con esto también quiero decir que el libro que le han cedido la ayudará. He visto que le ha servido mucho últimamente, no lo abandone. El libro nos ayudará a equilibrarnos y reencontrarnos.

No lo olvide ¡El libro es clave!

Con mucho cariño y estimación,

Su conciencia.

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