sábado, 26 de febrero de 2011

En la oscuridad...

En la oscuridad no se ve tan confuso todo. Pero es solo eso; que no se ve del todo bien. Aquí llegan muy blandos los sonidos, por la pequeña ventana solo entra silencio y oscuridad. Quizás por eso es que me gusta. Acá no pueden verme tan desgraciada. Acá no hay nadie.

Al fin me vuelve la calma. Y desde este pequeño espacio puedo confesar todo eso que me hace tan mal. O que se yo, acá no me importa verme tan patética, desgraciada y dar lastima.

Lo que me llevo hasta acá primeramente fue verlo conectado. Verlo, quererle hablar y saber que no puedo. Ya no es lo mismo. El que antes era mi amigo, se convirtió en un candidato y mis ojos ya no lo ven de la misma manera. Algo acá adentro suspira por él, pero yo quiero hablar con él, como era antes, antes de que me enamorara. Lo triste es saber que no significo lo mismo para él y eso, a mi parte enamorada le duele un montón. En realidad a mi también porque incluso como amigos ya no somos lo que éramos. El era muy importante para mí, un amigo muy cercano. Quizás era inevitable traspasar ese límite. Pero nunca me di cuenta. Y además, para el yo no era la gran amiga que él fue para mí. Entonces cuando me fui, no me busco. No esperaba que fuera a decirme que le pasaban cosas conmigo, simplemente tenía un pequeño deseo de yo le importase tanto como él a mí.

Y así me pasa con un montón de cosas. Y también me pregunte en esa oscuridad si alguien estaría extrañándome como yo a tantas personas. Soy un ser minúsculo que no sobresale en algo masivamente interesante. Ni siquiera sé si soy buena en algo. Me gustan muchas cosas, pero no sé si soy buena en lo que hago.

Quizás no sea buena en nada. Y eso es lo que me jode; me gustaría saber que soy buena en lo que me gusta hacer. Me gustaría ser muy buena en algo. La mejor. Quizás en realidad solo busco impresionar a alguien. Me gustaría que alguien sinceramente me lo dijera.

“Hey vale, eres muy buena en lo que haces"

A lo mejor sigo intentando impresionar a mama; las cosas han sido diferentes desde que salí del nacional. Igual ya no busco que me entienda. Trato de ser normal, pero no puedo. Por eso me encierro aquí, hasta que pueda cesar mi llanto y finja que estoy bien. Y si, no me gusta aparentar, pero no me queda otra. Yo no tengo personas que me puedan contener (Marcio esta tan lejos...) No tengo a nadie que lo entienda. Nadie que me anime. Nadie que me diga algo digno de escuchar...

Todo es cuestión de tiempo dicen. Y que se yo... Mientras tanto así seguiré haciendo de cuenta que no me pasa nada, a lo mejor un día logro creerlo.

Eso quiero. No sentir. Porque lo que a mí me pasa es esperar demasiado. Quisiera realmente tener alguien cerca que me pueda abrazar... Te quisiera a vos conmigo. O a mis grandes amigos. A veces creo que todo cambio desde que te conocí y eso que apenas te conozco. Vos... Yo hablo de vos y la gente no sabe quien sos vos. Quizás ni vos crees que sos este "vos" del que yo hablo.
A lo mejor ni siquiera leés lo que escribo. Y si, es muy probable que no lo hagas. Porque para vos también yo no soy importante. No soy lo que vos sos para mí. Quisiera creer que en realidad no lo sé. Pero es verdad. Vos sabes muy poco de mí. Siempre tuve un poquito de ganas de interesarte, de que me preguntaras de mí. Siempre la que se pregunta soy yo. Quien sos vos y porque me fascinas tanto... Sos un misterio encantador para mí, aunque ya no quiero involucrarme demasiado. No puedo decir que sea interesante, es decir que yo sea interesante. No sé que tengo de especial. ¿Qué me diferencia de otras personas? No soy especial para nadie. Ni siquiera para mí.

A veces ni los buenos recuerdos me levantan de aquel pozo. Porque pienso por ejemplo, en mis primos que somos como hermanos (Nos entendemos TAN bien…). Y ahora están tan lejos…

Sentía que pertenecía a algo, a un grupo. Era parte de algo ¡Por fin! Nos separan enésimos kilómetros. Yo aquí extrañando. Ellos estarán bien. Sé que si pudiera tenerlos cerca…

No sé contenerme sola. No puedo hacer casi nada sola. El arte siempre ha sido mi soporte, mi fuga, mi catarsis, mi mejor psicólogo… Ahora no sé de qué me sirve amarte, Arte, si me siento tan sola. Hasta yo me río de mí.

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