viernes, 22 de octubre de 2010

Jabbawockeez



Tengo nuevos héroes. Nuevos no significa que mis otros modelos de vida hayan sido descartados, simplemente que encontré más vidas ejemplares.
No, no son héroes porque hayan salvado al mundo ni nada así. Tiene que ver con la pasión que ponen en lo que hacen y porque esto es generado en un conjunto de seis armónicos bailarines.
Son geniales.
Me hacen acordar a mis queridos Daft Punk por el hecho de ocultar sus rostros bajo máscaras, pero eso también hace que funcione la magia. Porque verlos ejecutar esas entretenidas e impactantes coreografías es mágico, es toda una experiencia… Ahh me causan una ternura. Parecen robotitos, soldaditos bailarines. Todos iguales, todos con gracia, todos con talento, todos mágicos, todos brillantes. Y esto funciona porque trabajan como grupo, como una sola unidad. Puede ser que sepamos quién es el más divertido, quién habla por todos al recibir los comentarios de los jurados, pero apenas comienzan a bailar, son todos iguales, son todos uno.
Son algo increíble. Les encanta hacer lo que hacen. Se nota muchísimo. De lo contrario, quizás no hubieran ganado el Concurso de el mejor grupo (norte) americano de baile (American Best Dance Crew).
Jabbas, me inspiran.
Esto, esto es lo que me encanta de las personas; que hagan con su vida lo que más, pero más les gusta. Vida… quién sabe hasta cuándo será nuestra. Hace unos días una compañera me preguntó qué iba a seguir y lógicamente le dije Artes Dramáticas. Me dijo que ella también había pensado eso pero que prefería hacer una carrera que la “sostenga” económicamente. Una de mis amigas que se encontraba presente dijo lo mismo.
Preferí no responder; estaría gastando mi tiempo explicando que en la vida no hay que depender del dinero. Sí, probablemente muchos me contradirán, pero nadie me puede sacar esta idea de la cabeza: Hacer lo que a uno realmente le apasiona te lleva al éxito.
No sé qué va a ser de mi vida en el futuro, confío en que el Destino se ocupará de aquello.
El dinero…Jajaja, sabés como me río en tu cara Sr. Dinero. Yo no soy tu esclava. Y conozco afortunadamente a mucha gente que tampoco está bajo tu yugo.
No saben lo lindo que es decir esto y poder ejemplificarlo con mi profesora Ana, Anahí mi actriz-profesora, con mis maestros hiphoperos, con los Jabba… Ah ¡Jabbas me inspiran!
Este tipo de maravillosas personas me dan aliento con sus acciones. Porque todas sus obras están manchadas de pasión, esfuerzo y ganas de ser cada vez mejor en ello.
Estas personas son las que realmente tienen el poder. ¿Quién te puede robar parte de tu alma con esas buenas decisiones? Cuando uno sigue a ese impulso simple, casi infantil y divertido…
Porque no es fácil decir: Quiero ser bailarina. Y mucho menos de Hip hop.
No es que no sea fácil, sino que ¿Cómo explicarlo? Uno tiene que ser firme, tiene que escuchar al alma. Y pocas personas se escuchan allí adentro. Porque desde afuera hay mucho ruido. Pocos pueden escuchar ese silencio monumental, esa paz que se siente, ese bienestar magnánimo que nos invade al estar haciendo lo que más, más nos encanta.
Y cuando veo Jabbawockeez, veo amor. Amor al arte, veo movimientos grandiosos, veo pasión, se ve esa esencia del alma, ese amor a lo que más les gusta: Bailar.
Ojalá algún día pueda alcanzar aunque sea ser una décima parte de lo grandioso que son.
Y no sé, no lo puedo explicar tan bien como quisiera, tendría que bailarles esto, porque, lo que me generan estos chicos con sus obras es tan conmovedor. No necesita ser algo dramático para conmover, lo que se necesita es pasión. Es amor, con eso, alcanza y sobra. Porque con ese amor a lo que más les gusta hacer, llegaron a donde llegaron. Al éxito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario